La "falta de lealtad" guía "Los durmientes", la nueva novela de Luis de León

Vida
/ 19 septiembre 2016

En este nuevo relato, las apasionantes memorias de Jaime Monasterio son un desfile de todo tipo de agentes dobles, espías soviéticos, aristócratas, actrices de la "dolce vita" romana y políticos.

Cuando se habla de la Transición se olvida que hubo una correlación de fuerzas, algo fundamental para llevar a cabo cualquier proceso político, y que la oposición al franquismo no estaba en condiciones de imponer nada"...

La lealtad "no abunda" en el mundo actual, "ni en lo público, ni en lo íntimo". Esa es la idea que subyace en "Los durmientes", la nueva novela de Luis de León Barga en la que desvela la hasta ahora "intacta" historia de las personas que "trajeron la democracia" a España guiadas "en su mayoría" por el "interés".

"Era gente vinculada al régimen que era consciente de que Franco no iba a vivir mil años, por lo que fueron cambiando de posición y facilitando la llegada de la democracia", explicado en una entrevista con Efe de León (Madrid, 1958), cuyo nuevo relato, que edita Fórcola, acaba de llegar a las librerías.

Las "traiciones y deslealtades" a las que jugaron esos artífices de la Transición las representa en "Los durmientes" Jaime Monasterio, un personaje ficticio que, a caballo entre Madrid y Roma, es testigo de toda la historia desde la II Guerra Mundial hasta la actualidad.

"Cuando se habla de la Transición se olvida que hubo una correlación de fuerzas, algo fundamental para llevar a cabo cualquier proceso político, y que la oposición al franquismo no estaba en condiciones de imponer nada", sostiene el escritor, periodista y director del departamento de Documentación y Análisis de EFE.

Desde su punto de vista, no se ha hecho una "biografía completa" de los años que supusieron el fin del franquismo sino que se ha tendido a su "mitificación".

"Ni fue la maravilla que nos cuentan, ni tampoco un horror. Al final se impuso esa correlación de fuerzas que trajo la democracia de forma pacífica", asegura De León, que también trató la Transición en su novela anterior, "Nuestra amiga común" (2010).

Para escribir "Los durmientes", De León, que residió en Roma durante dos décadas, se basó en las "muchas historias" que escuchó a su padre -corresponsal en Roma entre la II Guerra Mundial y los años setenta- y, después, durante su propio trabajo para EFE en la capital italiana, a otras personas.

En este nuevo relato, las apasionantes memorias de Jaime Monasterio son un desfile de todo tipo de agentes dobles, espías soviéticos, aristócratas, actrices de la "dolce vita" romana y políticos, entre los que se encuentran numerosos nombres reales como los de Benito Mussolini, el rey Faruk de Egipto o Adolfo Suárez.

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El lector de "Los durmientes" se sumerge en la vida de Monasterio gracias al relato en primera persona de Rosa, una historiadora a la que encargan la elaboración de una biografía suya, una tarea que se convertirá en un pretexto para ayudar a la desarticulación de una célula de agentes durmientes al servicio del espionaje ruso.

"Rosa es una mujer treintañera que asume esta labor como consecuencia de la precariedad laboral y es manipulada por un mundo, el del espionaje, que está controlado fundamentalmente por hombres", explica el madrileño sobre la narradora de la historia.

Uno de los episodios que recoge esta trepidante novela es el de las negociaciones de los acuerdos de España y la Santa Sede durante la Transición, en las que Monasterio jugó un importante papel desde la embajada española en el Vaticano.

"La religión era fundamental para la sociedad de la época y el Concordato fue una vía de salida del aislamiento todavía más útil para Franco que la relación con Estados Unidos", concluye De León.

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