La ocasión en que Lance Armstrong pagó la cuenta de un bar a unas personas que lo llamaron tramposo de mier...
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El ciclista norteamericano le quiso dar una lección a los que lo molestaron por su dopaje en las competencias
Lance Armstrong pasó del cielo al infierno en cuestión de años por su problema de dopaje. Cuando se dio la noticia, muchas personas comenzaron a molestarlo en la calle y lo llamaban tramposo.
Armstrong, que había gando siete veces el Tour de Francia, recordó una anécdota en un documental de ESPN, la ocasión en que lo insultaron en una calle de Denver, cuando creía que nadie se acordaría de su trampa.
“Cuando mi vida dio el giro que dio pensé que allá donde fuera siempre habría alguien que se me acercara y, enseñándome un dedo corazón (medio), me gritaría fuck you, (jódete). Pasan los días, pasan los meses, pasan los años, y nadie me grita el fuck you. Hasta creo ver en la cara de alguno, en la mirada, que me lo va a gritar, ¿me lo vas a gritar, eh?, pero nada. Han pasado cinco años. Estoy en Denver en un apartamento y llamo a un Uber, que espera enfrente, al lado de un bar. Cruzamos la calle, y se me acerca un tipo que me dice, ‘¡eh, Lance!’, ¿qué pasa?, le respondo, y él se me acerca con el dedo, ‘fuck you, fuck you, fuck you’ Y seis o siete colegas se levantan de la terraza y le hacen coro a gritos: ‘fuck you, fuck you, tramposo de mierda’”, dijo.
En lugar de incomodarse, Armstrong decidió darle una lección a las personas que lo molestaron.
“Mi compañera me dice, ‘venga Lance, entra en el coche’, seguro que piensa, porque me conoce, que me voy a echar encima y darle una paliza al tipo, y eso habría hecho, seguro, la mayor parte de mi vida, porque estoy muy enojado, y sé que tengo que hacer algo, yo soy Armstrong, no permito que me hagan eso, esto no puede quedar así. Entro en el bar y le doy al camarero mi tarjeta de crédito, ‘me da igual lo que hayan tomado o lo que vayan a tomar o comer, aunque sea lo más caro, yo invito, pero con una condición, tienes que salir y decirles, muchachos, Lance les invita y les envía su amor’. Hay gente que nunca se calmará. Siguen enfadados y lo estarán el resto de su vida”, confesó.
Lance Armstrong fue una leyenda del ciclismo donde llegó a lo más alto, sin embargo admitió que fue capaz de ganar siete veces el Tour de Francia gracias al dopaje.