Le cambian bebé en hospital de Torreón
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Por unas horas, una familia sufre pesadilla por error de procedimiento
Un ciudadano de Torreón, denunció que en el Hospital Ángeles de la ciudad, cambiaron, por unas horas, a su bebé recién nacido por otro que no era el suyo, situación que produjo una afectación, principalmente para su esposa. La familia ha decidido denunciar ante la Comisión Coahuilenses de Conciliación y Arbitraje Médico (Coccam).
Ernesto Faudoa, padre de familia, narró a VANGUARDIA lo que calificó como una experiencia: “desagradable que no se le desea a nadie”.
El 19 de septiembre, contó, nació su bebé a las 20:48 horas. A las ocho de la mañana del día siguiente llevaron al bebé con sus padres y estuvieron con ella todo el día, hasta que a las nueve de la noche se la llevaron a los cuneros.
El lunes 21 les volvieron a marcar a las ocho de la mañana que les iban a llevar al bebé. Pasó una, dos, tres horas y no traían al bebé. Hasta que llegó una enfermera con la
recién nacida.
“Recojo la bebé y la ropa es diferente, sus rasgos diferentes, yo ingresé en la cesárea. Me doy cuenta, y le digo a mi esposa que está muy diferente, no se parece, se me hace muy extraño que en 24 horas haya cambiado tanto. Traía un gorrito que no le habíamos puesto. Mi esposa la toma en sus brazos y le entra una histeria, sentimiento, ‘esta no es mi bebé’, empieza a decir”.
DE TELENOVELA
La esposa de Ernesto le pidió que la alejara, la niña no traía cabello, no era su hija. Entonces Faudoa habló a cuneros y pidió que enviaran a personal. “Ésta es su bebé”, les dijo una empleada. “Que no es mi bebé”, les respondió la madre. “La pulsera dice que es su bebé y estaba en el cunero”, le reviró la trabajadora. La madre empezó a llorar.
Ernesto se dirigió a hablar con la encargada de relaciones públicas y le exigió que aclarara la situación. Su esposa histérica, nerviosa, temblando. Ernesto habló con el pediatra y cuando éste llegó, revisó a cada uno de los bebés. “Sentí muy feo porque empezaron a traer a todos los niños y los bajaron para revisarlos, uno por uno, un desfile”, narró Ernesto. Había siete recién nacidos, cuatro eran niñas.
Después de 10 minutos el pediatra encontró al bebé. “Ya la hallé. Le hice un amarre especial en la pulsera, si quieres regresarte con tu esposa”, le dijo. “Yo no me voy de aquí sin mi hija”, le contestó Ernesto.
“Cuando llegamos estaba la directora de enfermería y la supervisora de turno para disculparse. Nos pasan a otra habitación y hora y media después llega el director general y se disculpa pero lo que hicieron no se puede quedar así”, refirió Faudoa.
La versión del hospital, según contó el afectado, es que ellos ponen una pulsera en la muñeca y otra en tobillo para identificarlos, además de la marca en cuneros. Pero nadie explicó por qué a su hija le quitaron la pulsera.
“La bebé no tenía la pulsera en la muñeca, el primer cunero que vieron y le pusieron la pulsera. Nadie revisó la pulsera del tobillo, entonces surgen muchas preguntas que no contestaron: ¿por qué estaba sola la cuna del bebé?. ¿Dónde pusieron a mi bebé si la estaban bañando? ¿por qué no tenía una pulsera?… son muchas inconsistencias y no quedas a gusto”, reclamó.
Las secuelas
Una experiencia como la que vivieron Ernesto y su esposa no quedó ahí. La madre siguió alterada, nerviosa. “El hecho de perder a un hijo en ese momento, aunque sea por un momento, es traumático”, aseguró Faudoa.
La cuestión es que la madre ya no puede ver noticias de robo de bebés, como el caso de Sonora, sin alterarse. “Tuvimos que cerrar Facebook y cualquier otra red social para evitar esas noticias porque la dañan”, dijo Ernesto. “No se quedó tranquila”, agregó.
El dato
> El hospital Ángeles pagará por una prueba de ADN. “No sabemos si nuestra bebé llegó con otra familia, entendemos que sí, si no nos damos cuenta se llevan a mi bebé”, dijo el padre de la menor.- Francisco Rodríguez