Librería Educal en el olvido
Poca oferta bibliográfica y un descuido general por parte de sus encargados son las principales quejas que han llegado a la redacción sobre este establecimiento en el centro de la ciudad.
Saltillo sólo cuenta con dos librerías para el público general; la Librería del Fondo de Cultura Carlos Monsiváis y la Librería Educal Artemio del Valle Arizpe. Esta última ubicada frente a la Plaza de Armas en el antiguo edificio de la Secretaría de Cultura del Estado que ha sido objeto de cuestionamientos con respecto abandono en que la tienen sus administradores.
Lo más notable es que, a diferencia de su homóloga ubicada frente a la Alameda, aquí son muy pocas las personas que acuden al establecimiento. En el caso de la Librería Monsiváis hay un flujo constante de entradas y salidas, sin embargo, no sucede lo mismo con la Librería Educal.
Se le preguntó a Gerardo Nava sobre la forma en la que se traen los libros y mencionó que el inventario del que disponen “proviene del almacén en la Ciudad de México. Cada dos meses nos mandan mercancía nueva y hacemos devoluciones de lo que no se vendió. Sólo dejamos lo de Conaculta y las universidades”.
En cuestión de ventas no proporcionaron datos, pero aseguraron que, al igual que sucede con cualquier negocio, éstas suben y bajan de acuerdo con la temporada. Además, mencionó que en su mayoría son estudiantes y turistas sus principales clientes.
La librería maneja la venta por pedido. Si el volumen que un potencial comprador se encuentra en el catálogo de la Red Educal, el establecimiento puede funcionar como intermediario para solicitar el libro a la Ciudad de México, el cual llega a Saltillo en un plazo no mayor a cinco días sin costo de envío.
Aunque esto explicaría porqué hay tan poco movimiento en lo que se muestra sobre los anaqueles del negocio —la zona de Novedades contiene textos que “pasaron de moda” hace más de medio año—, también hay que mencionar que la librería luce descuidada.
No existe una nomenclatura que señale las secciones a las que corresponde cada estantería. Es difícil identificar lo que se está viendo, a menos que se deduzca con base en el tipo de libros que se encuentra en cada espacio, por lo que la experiencia del consumidor no es grata.
El hecho de que reciban bimestralmente nuevos productos y que no cuenten con un inventario de respaldo provoca que conforme se van vendiendo los libros van quedando huecos en los libreros, y ya no hay nada con qué llenarlos. Así la imagen del abandono y deterioro de la librería es más evidente.
El área designada para discos de música está invadida por otros libros y revistas, probablemente para cubrir los espacios vacíos, pues con una inspección más consciente se puede notar que la oferta musical no debe superar los más de 50 discos.
Cuenta con una televisión de gran formato para mostrar en ella los productos audiovisuales, películas y documentales que se ofrecen. Este aparato rara vez suele estar encendido y la ubicación de los DVD, expuestos en el mismo mueble de televisión, un centro de entretenimiento casero, es en una zona baja que dificulta la visión del cliente.
La iluminación es otro problema y esto no hace más que añadir la sensación de abandono de la que muchas personas han presentado su queja. Si bien la zona del edificio en que está ubicada no tiene una buena entrada de luz natural, después de tantos años ocupando el mismo espacio ya es tiempo para que las luces artificiales iluminen mejor la mercancía que se tiene.
Aunado a esto, hay quienes también han expresado opiniones negativas con respecto al servicio al cliente que se ofrece en el establecimiento. Sin embargo, sobre esto, no comentaron nada los encargados.
En cuanto al manejo de sus redes sociales, parte importante para acercar un negocio al cliente en nuestros tiempos, la página de Facebook Educal Saltillo, la cual cuenta con tan sólo 352 Me gusta, también se encuentra abandonada.
La última publicación fue un aviso por el descuento del 50 por ciento en libros de la Secretaría de Cultura, realizada en julio pasado. Previo a esto no ha habido ningún otro tipo de interacción en el sitio desde septiembre del 2016.
Durante los pasados meses han circulado rumores alrededor del destino que el edificio de Juárez e Hidalgo tendrá ahora que fue desocupado por la SEC.
Primero se mencionó que sería el nuevo hogar de la Academia Interamericana de Derechos Humanos, institución que se desprende de la Facultad de Jurisprudencia de la UAdeC, pero lo que parece ser la versión oficial es que será ocupado por la biblioteca de don Armando Fuentes Aguirre “Catón”.
Cualquiera de los dos propósitos requerirá que la Librería Educal cambie de espacio a uno nuevo. Hay que recordar que Educal es un organismo que depende directamente del Gobierno Federal y no está en manos de los gobiernos estatales o municipales el que desaparezca, a menos que así se gestione con las autoridades superiores.
En julio pasado, cuando comenzaron los rumores, conversamos con Aldo Sánchez, el administrador de la librería, quien mencionó que en efecto habría una mudanza que se realizaría a otro espacio más pequeño en el mismo inmueble.
También expresó “desde diciembre (2016) nos informaron que iban a entregar el edificio en abril, y ya pasó abril. Supuestamente ahora en agosto se entrega el edificio”. Agosto vino y se fue y el local continúa ahí.
El desenlace de la historia es incierto y aunque se podría argumentar que este estado de constante espera de una mudanza que no llega podría ser también la razón de su actual “abandono”.
Lo cierto es que la Librería Educal lleva mucho más tiempo en este letargo de lo que se puede pensar, pues las quejas sobre su desempeño datan de hace más de cuatro años, y pone en duda la misión con la que fue creado Educal, que es la de “promover y apoyar la cultura a través de la comercialización de libros y productos culturales de la Secretaría de Cultura y de otras instituciones públicas y privadas”, como apunta su portal en internet .
El cliente feliz quiere:
> Trato personalizado, orientar lo para que encuentre lo que necesita: información o libros.
> Nomenclatura o guía de búsqueda en los libreros.
> Luz adecuada al recinto. Iluminación que permita apreciar los libros y destaque su diseño.
> Limpieza al establecimiento para quitar el polvo de los ejemplares y de los libreros.
> Constante vigilancia a los ejemplares que salen del inventario para reemplazarlos cuando son vendidos.
> Cumplir cabalmente con los horarios de servicio así como con los días en que se encuentra abierta al público.
> Que haya seguridad, que las cámaras de vigilancia funcionen perfectamente.
>El lugar debe invitar al cliente a regresar, no alejarlo de los libros.