Mexicanas migrantes en EU son relegadas a empleos precarios
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Debido a su estatus ilegal, laboran en los trabajos con baja calificación y con malas condiciones; sólo 12 por ciento llega a desempeñar cargos ejecutivos, universitarios y técnicos: Conapo
La migración de la mujer mexicana a Estados Unidos trascendió su objetivo inicial, la reunificación familiar, al cambiar el rol de género tradicional, para colocarse en el mercado laboral como agente activo del proceso migratorio y encabezar un hogar en esa nación.
Al asumir el rol de jefas de familia, esta situación la ubica en una posición de vulnerabilidad y pobreza, en mayor medida por su estatus migratorio, donde el mercado laboral las relega al segmento de empleos con baja calificación y precarias condiciones de trabajo.
Desde los años setenta, su desplazamiento aumentó y en 2012 la cifra alcanzó 5.5 millones, debido a la demanda de mano de obra y a la situación económica en México que obligó a ese sector a salir en busca de nuevas oportunidades.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), los mexicanos se ubican entre los cinco grupos más numerosos de inmigrantes en 43 estados de la Unión Americana, pero de manera específica las mexicanas se instalan en 41, con mayor prevalencia en California y Texas, seguido de Illinois y Arizona.
Cada año, Estados Unidos atrae a su mercado laboral a miles de trabajadores de diferentes nacionalidades, entre ellos a los mexicanos, cuya mano de obra es notable en ese país porque hace cinco años representaba 5.2 por ciento de la fuerza laboral total.
De acuerdo con información de la Conapo, las mujeres exhiben patrones de ingreso y permanencia en el mercado laboral distintos al de los varones por sus roles tradicionales como la maternidad y el cuidado de los hijos y del hogar.
Además, de acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de Población con cifras de marzo de 2012, las mexicanas se ubicaron como el grupo inmigrante con más baja actividad en el mercado laboral en comparación con las nativas blancas y las demás migrantes de otros países.
En cifras reales, la tasa de participación económica de ese sector es de 55 por ciento, respecto a 66 por ciento de otras inmigrantes y 70 por ciento de las nativas blancas.
Lo anterior obedece al bajo nivel de estudios y la condición de indocumentadas, lo cual limita su desempeño en empleos con alta remuneración. Sólo 12 por ciento de ellas logran desempeñarse en actividades ejecutivas, profesionistas o técnicas.
Respecto a los hogares que son encabezados por mexicanas en la Unión Americana, de los 121 millones de hogares, 3.9 por ciento son encabezados por mexicanos, aunque la mayoría es dirigida por varones.
No obstante, de un total de 4.7 millones de hogares mexicanos, 2.1 millones son encabezados por mujeres, lo que representa 44 por ciento del total.
De acuerdo con su nivel socioeconómico, los hogares dirigidos por mexicanas la mayoría se encuentra en condición de pobreza en la Unión Americana, lo cual evidencia que dos de cada cinco está en esa situación.
Por ello, es necesario contar con políticas públicas que ayuden a contrarrestar estas diferencias, a fin de garantizar mejores condiciones de vida para las connacionales y sus familias en esa nación.