Monclova y una nueva plancha de cemento

Bienestar
/ 31 diciembre 2019

    En Coahuila, la ciudad con el yin y yang más evidente es Monclova. Ninguna otra se le acerca. Hace unos días fui a visitar la Loma de la Bartola, donde aún existe un letrero que detalla la inversión de una parte de una obra que por fortuna y al parecer, ante la presión de habitantes organizados, incluidos un regidor y un ciudadano que encabezó un levantamiento de firmas, fue detenida: el Cristo de la Loma de la Bartola.

    Esta loma que antaño presentara una mayor densidad de vegetación desértica, entre los que se cuentan los hermosos huizaches, se cubre de cemento para lograr -eso dicen- una pequeña plaza con escalinatas que sea atractiva para el turismo.

    Para este efecto, fue retirada una vieja cisterna en una colonia que se supondría es de las mejores para vivir en la localidad, sin embargo, sus habitantes padecen de una gran limitación diaria en el servicio de agua potable, al igual que lo sufren las colonias populares.

    Como incentivar el turismo fue el motivo central para plantearse una plaza allí, al caminar en esa zona, el paisaje que verían los turistas, son las grandes natas de contaminantes que expiden las chimeneas de Altos Hornos de México. Sí, sus cielos que por las noches reciben mayores descargas de dióxido de carbono y otras sustancias. 

    Si esto no es suficiente -considerando también el terrible monumento conocido como rallador de queso-, se realizó otra obra para que los turistas tengan una mejor percepción al ingresar: en la entrada norte a Monclova, se instalaron grandes letras de la ciudad con un corazón incluido. Sobra decir que aquí también las quejas de los ciudadanos no se hicieron esperar, pues la inversión fue millonaria y el resultado pobre. No detallo otros elementos que posteriormente se añadieron, porque uno de ellos fue donado. 

    Para estimular que el turismo llegue a la ciudad, se podría promocionar y cuidar lo que ya existe: el Museo Biblioteca Pape, el Museo Histórico El Polvorín, el Museo Coahuila y Texas, por mencionar algunos puntos. Es vital destinar capital para el mantenimiento de los museos -me refiero a los que son bienes públicos-. O bien, destinar recursos para el cuidado de algunas iglesias de gran belleza que requerirían su atención para ser promocionadas como patrimonio histórico y religioso.  

    No hablo de las tradiciones culinarias pues lo que se anuncia en los portales oficiales, incluye platillos que pertenecen a la cocina del centro del país, o bien, son platillos que se comparten por el uso del territorio desértico, con otras ciudades y pueblos cercanos. ¿Cuáles son los platillos típicos de Monclova?

    Lo necesario además, para proporcionar a los turistas y diría también, a los habitantes de Monclova que parecen no importar, sería promover los parques Xochipilli I y II que ya existen y son lugares de gran belleza. 

    Es necesario destinar recursos  para contar con un entorno reforestado que permita aminorar la radiación solar sobre caminantes.  ¿De verdad se cree que esta obra arriba de la Loma de la Bartola va a hacer la diferencia? Son más planchas de cemento que elevan la temperatura. Ah, y lo último: están colocando otro tipo de cemento para ”transformar” una vez más, la plaza de armas.

    Es posible aún cambiar y dejar de pensar que encementar es contribuir al desarrollo turístico de una ciudad. Es posible aún mostrar interés por reforestar con especies nativas en la Loma de la Bartola o recordar por ejemplo, la batalla que se dio entre revolucionarios y huertistas allá por 1914. Es  posible todavía conservar los árboles que quedan. Es posible que los servidores públicos se instruyan en la historia local al menos, para que comprendan el valor del patrimonio natural, histórico y cultural que deben proteger como obligación adquirida al llegar a puestos de elección popular. ¿O será, como dicen algunos ciudadanos, que estos monumentos sirven para desviar recursos? ¿Será que de veras no les importa ni la historia ni la naturaleza? ¿Será que no se ha quitado esa fijación por tener los records de los objetos o monumentos “más grandes” del mundo? Porque hay otros records en los que Monclova podría destacar, como ser la ciudad más limpia del mundo, o la menos corrupta del mundo, o la más reforestada del mundo. Pero sin duda, el record en el que destaca Monclova a escala mundial, es en ser una de las ciudades más contaminadas del mundo.

    claudiadesierto@gmail.com

    Nacida en Monclova, Coahuila. México, en Junio 3 de 1969. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Maestra en Historia de la Sociedad Contemporánea. Doctora en Ciencias y Humanidades para el Desarrollo Interdisciplinario. Ha publicado entre otros, “Los frutos del sol“ (Castillo MacMillan 2005) libro infantil y poemarios entre los que figuran Casa de sol (FECA-CONACULTA 1995), “Ruido de hormigas“ (Gatsby Ediciones, 2005), Carne para las flores, antología personal (Aullido libros, España 2011), Las flores desenfundan sus espinas, antología personal (Secretaría de Cultura de Coahuila, 2013) y “Donde la piel“ (Mantis Editores/CONARTE, 2019). Aparece en “Anuario de poesía mexicana“ (Fondo de Cultura Económica, 2006).

    Obtuvo el primer lugar en fotografía Coahuila luz y forma 2003. En poesía, recibió beca del FONCA, estímulos como joven creadora y como creadora con trayectoria del FECA y del PECDA en varias ocasiones. Fue becaria FORCA-Noreste 2011-2012, en Lima, Perú donde impartió talleres sobre poesía objetual. Como invitada de honor del Festival Internacional de Teatro Tánger 2013 en Marruecos, se leyó su poesía traducida al árabe. Parte de su trabajo también tiene versiones en inglés, alemán, portugués y francés. Entre las revistas en las que ha publicado, destacan el número inaugural de la revista de poesía contemporánea de Valencia “21veintiúnversos“, ( octubre de (2015), y “Lichtungen“ (noviembre de 2016) en el apartado “Literatura del norte de México“, en el que sus poemas fueron traducidos por Christoph Janacs.

    Fotografías medio ambientales, video poemas y atmósferas sonoras fueron exhibidos en la Galería Mohammed Drissi de Tánger (Julio-agosto 2021). Participó en la muestra de arte coahuilense titulada Segar el mar, dentro del 49 Festival Cervantino. Parte de su trabajo se encuentra en el portal virtual www.thenatureofcities.com, al lado de artistas medio ambientales del mundo. Actualmente es Directora de Divulgación Científica en el Museo del Desierto.

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