Muestra de bordados, un asomo a la educación femenina de siglos XVIII al XX

Vida
/ 27 mayo 2016

El bordado y el deshilado formaba parte de la educación que las niñas recibían en los conventos o en colegios del siglo XVIII al XX.

Las labores mujeriles nos hablan de dibujo, papel picado y toda aquella obra que podía realizarse para crear un objeto de regalo o para servir en el hogar, o como accesorio en las familias de las niñas"...

El Museo Franz Mayer de la capital mexicana abrió al público una exposición que reúne mas de 70 lienzos o dechados, y suponen un asomo a la educación femenina de los siglos XVIII al XX.

Lejos de ser solo "fragmentos de bordados", las piezas incluidas en la muestra "Bordados y deshilados, siglos XVIII al XX "forman parte de una práctica que definió la educación de las mujeres", dijo a la curadora del Franz Mayer, Mayela Flores.

Estos dechados son "obras de una sola vez", señaló Flores, quien resaltó que aunque hoy en día no se sabe qué fue de sus autoras, ni cuándo fallecieron, estos lienzos quedan como testimonio de sus vidas.

El bordado y el deshilado formaba parte de la educación que las niñas recibían en los conventos o en colegios del siglo XVIII al XX y que, según el concepto de la época, hacían parte de las llamadas "labores mujeriles".

Estas tenían como objetivo preparar a las mujeres para incorporarse a la vida social, apuntó.

"Las labores mujeriles nos hablan de dibujo, papel picado y toda aquella obra que podía realizarse para crear un objeto de regalo o para servir en el hogar, o como accesorio en las familias de las niñas", precisó la curadora.

La exhibición es todo un muestrario de las prácticas del bordado, de los hilados, del trabajo con chaquira, y refleja el dominio de la técnica, la cual era una parte fundamental de la preparación que recibían las menores, indicó.

Los lienzos más antiguos incluidos en la muestra, del siglo XVIII, son de lino con bordados en seda y pigmentos naturales como la grana cochinilla, un insecto que vivía en los nopales.

A finales del siglo XIX los dechados se elaboraban en tela de algodón y a principios del XX se hacían de cáñamo, un material que permitía una puntada menos detallada que las telas anteriores.

El director del museo, Héctor Rivero Borrell, dijo que la exposición forma parte de las actividades que realiza el recinto con motivo de su 30 aniversario.

"Dechados de virtud, bordados y deshilados" estará abierta al público hasta el próximo 24 de julio.

La exposición ya se ha presentado en el Museo Textil de Oaxaca, en el Museo de Historia Mexicana de Monterrey y en el Museo Amparo de Puebla con algunas variantes.

En el caso del Franz Mayer, la muestra incluye libros y patrones impresos relacionados con las obras.

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