No cumpliría AMLO al menos cinco promesas de campaña

Nacional
/ 27 agosto 2018

En su Presidencia no cabrán algunas de las promesas que hizo durante su campaña

CDMX.- Transcurridos casi dos meses desde que ganó la elección, Andrés Manuel López Obrador está perfilando la que será su Presidencia, pero en la que no cabrán algunas de las promesas que hizo durante su campaña.

Durante la larga transición, parece haber dejado aparcadas algunas de sus promesas electorales, ya sea por el discurso moderado que ha adoptado desde su victoria o por las dificultades para llevarlas a cabo.

El izquierdista se había erigido como un firme opositor de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NACIM), la infraestructura más ambiciosa del mandato de Peña Nieto, por considerarla muy costosa y dañina para el medio ambiente.

Por ello, había propuesto frenar en seco las obras iniciadas en 2014. Sin embargo, en la recta final de campaña matizó su postura en un foro con empresarios, y abrió la puerta a revisar el proyecto en lugar de sólo cancelarlo.
El pasado viernes, el Presidente electo aclaró finalmente que el proyecto pasará por una consulta ciudadana.

Uno de los lemas que ha abanderado López Obrador es el de echar de las instituciones a la llamada “mafia del poder”.

Es por ello que el tabasqueño decepcionó cuando anunció que situará al frente de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a Manuel Bartlett, quien ha sido acusado por haber orquestado un supuesto fraude electoral en los comicios presidenciales de 1988. 

Una de las prioridades del próximo mandatario es la lucha contra la inseguridad. Durante su campaña, López Obrador prometió la creación de la Guardia Nacional, integrado por miembros del Ejército, la Marina y la Policía. Sin embargo, el próximo secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, descartó la semana pasada esta propuesta porque requiere de “una serie de modificaciones legales que en este momento no tienen sentido”. 

En las elecciones, López Obrador se retractó y negó que fuera a derogar la reforma energética, impulsada por Peña Nieto para liberalizar el sector de hidrocarburos, sino que se limitará a revisar los contratos entre empresas privadas y la administración.

Más contundente se ha mostrado con la reforma educativa, que criticó por haberse realizado “sin la opinión de los maestros”, pero todavía debe concretar cómo va a revertirla.

Estos cambios se enmarcan en una estrategia del Presidente electo de moderar su imagen tras ser acusado por la oposición de radical. 

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