No termina la humillación para Tiger Woods, difunden video de su arresto

Deportes
/ 1 junio 2017

    Las imágenes difundidas por la policía muestran al genio del golf muy desorientado e incapaz de moverse con normalidad

    Miami.- El arresto del lunes por conducir intoxicado le ha hecho un daño a la imagen de Tiger Woods que será difícil de reparar, al menos a corto plazo. Este miércoles la policía de Júpiter (Florida, Estados Unidos), la ciudad donde fue localizado dormido en su vehículo de madrugada y en la que posee una mansión, ha difundido imágenes de vídeo de los minutos de su detención.

    Woods aparece vestido con una camiseta de manga larga de su marca patrocinadora, Nike, en pantalones cortos y descalzo, muy desorientado e incapaz de moverse con normalidad. Tras unas pruebas para comprobar que no estaba en condiciones de conducir, los agentes esposan al deteriorado ídolo del deporte estadounidense, un icono que lleva años en una bache del que le cuesta salir.

    En el vídeo, un policía le hace preguntas y Tiger Woods responde con voz pastosa y de forma inconexa. El golfista, de 41 años, no sabía siquiera con claridad dónde se encontraba. "Usted está en Júpiter, Florida", le dice el oficial. "¿Sabe cómo llego a esta situación?", continúa el agente. No se oye respuesta y el policia dice: "¿No tiene ni idea? Bueno (...). ¿Ha tomado algún medicamento?". Woods responde que sí. El día de su detención, el deportista publicó un comunicado en el que se disculpaba por su comportamiento y afirmaba que no había bebido sino que había mezclado pastillas. En las pruebas de alcohol dio negativo. En abril lo operación de la espalda y se encuentra en recuperación.

    Tiger Woods fue encontrado por la policía sobre las tres de la mañana dentro de su coche de alta gama, orillado a un lado de la carretera, con señales de daños recientes en el vehículo, con el motor aún encendido y con varias luces accionadas. Él se encontraba dormido, semi-inconsciente contra el volante del vehículo. En el vídeo también se ve al golfista fuera del coche con un policía que le da instrucciones pacientemente para que ejecute algunos ejercicios. Le pide que camine sobre una línea del borde de la carretera poniendo un pie detrás de otro, pero Woods pierde el equilibro.

    La imagen de fragilidad de un atleta como Woods es impactante. Un prodigio del deporte, tan potente como habilidoso, el número uno durante años en una práctica como el golf, que exige un tremendo nivel de concentración y un notable fortaleza física, manteniéndose en pie a duras penas en medio de la noche de una carretera solitaria, junto a un policía que lo trata con más compasión que rigor.

    Tiger Woods, niño prodigio en sus inicios y leyenda viva del golf, ganador desde 1996 de 14 grandes y 79 títulos en el PGA Tour y con una fortuna valorada por Forbes en más de 700 millones de dólares, se encuentra alejado de la competición por problemas físicos. Cada vez más lejana la conquista de su último gran torneo —el US Open de 2008— y tras volver al Circuito de la PGA en enero tras una ausencia de 17 meses, tuvo que entrar otra vez en el dique seco después de retirarse por problemas de espalda de un torneo en Dubái a comienzos de febrero.

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