Pide el papa pide que el lenguaje de los políticos no alimente odios y miedos

Internacional
/ 22 enero 2016

Francisco destaca en su mensaje que "la comunicación tiene el poder de crear puentes, de favorecer el encuentro y la inclusión, enriqueciendo de este modo la sociedad".

El papa Francisco pidió a los representantes políticos y de las instituciones que estén atentos al modo de expresarse, ya que el lenguaje puede generar odios y miedos, en el mensaje publicado hoy en ocasión de la celebración de la Jornada de las Comunicaciones Sociales.

Un mensaje que, en coincidencia con el Jubileo de la Misericordia, hizo que Francisco reflexionase sobre el tema: "Comunicación y Misericordia: un encuentro fecundo".

En el documento, el pontífice argentino insta a los responsables políticos y de las instituciones a estar "siempre atentos al modo de expresase cuando se refieren a quien piensa o actúa de forma distinta, o a quienes han cometido errores".

Pues lamenta el caer en "la tentación de aprovechar estas situaciones y alimentar de ese modo las llamas de la desconfianza, del miedo, del odio".

Francisco destaca en su mensaje que "la comunicación tiene el poder de crear puentes, de favorecer el encuentro y la inclusión, enriqueciendo de este modo la sociedad".

Por ello, hace hincapié en que se usen "las palabras y las acciones sean apropiadas para ayudarnos a salir de los círculos viciosos de las condenas y las venganzas, que siguen enmarañando a individuos y naciones".

"Todos sabemos en qué modo las viejas heridas y los resentimientos que arrastramos pueden atrapar a las personas e impedirles comunicarse y reconciliarse. Esto vale también para las relaciones entre los pueblos", explica.

Destaca que se necesita sobre todo "valentía para orientar a las personas hacia procesos de reconciliación".

"Es precisamente esa audacia positiva y creativa la que ofrece verdaderas soluciones a antiguos conflictos así como la oportunidad de realizar una paz duradera", agrega.

Para reforzar este concepto, el papa cita al escritor inglés William Shakespeare en "El mercader de Venecia": "La misericordia no es obligatoria, cae como la dulce lluvia del cielo sobre la tierra que está bajo ella. Es una doble bendición: bendice al que la concede y al que la recibe".

En el capítulo dedicado a la forma de comunicar de la Iglesia, pide que se evite "el orgullo soberbio del triunfo sobre el enemigo", ni se humille "a quienes la mentalidad del mundo considera perdedores y material de desecho".

Francisco advierte a los miembros de la Iglesia que "palabras y gestos duros y moralistas corren el riesgo hundir más a quienes querríamos conducir a la conversión y a la libertad, reforzando su sentido de negación y de defensa".

La comunicación de la Iglesia que quiere el papa argentino debe superar "la lógica que separa netamente los pecadores de los justos".

"Nosotros podemos y debemos juzgar situaciones de pecado -violencia, corrupción, explotación, etc.-, pero no podemos juzgar a las personas, porque sólo Dios puede leer en profundidad sus corazones", destaca.

En otro apartado de su mensaje, valora el papel fundamental del "escuchar", pues "escuchar es mucho más que oír. Oír hace referencia al ámbito de la información; escuchar, sin embargo, evoca la comunicación y necesita cercanía".

"Escuchar nunca es fácil. A veces es más cómodo fingir ser sordos. Escuchar significa prestar atención, tener deseo de comprender, de valorar, respetar, custodiar la palabra del otro", dice.

Y agrega: "Saber escuchar es una gracia inmensa, es un don que se ha de pedir para poder después ejercitarse practicándolo".

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