Seducción profunda

Vida
/ 17 mayo 2019

Una dama nunca le dirá lo que quiere, pero siempre deseará maximizar el placer —el de ella y el de usted. Le diremos como poseerla en lo más profundo de su ser

Lo primero que hay que saber es que, cuando se trata del sexo, las mujeres por lo regular no hablan de lo que quieren. De hecho, el comportamiento de la mujer no es tan explícito como el del hombre. Por eso ellas siempre serán un misterio. Las perspectivas de la mujer en materia sexual son muy distintas a las del varón.

El hombre es físico, la mujer es emotiva. En fin, para despejar las brumas en torno al sexo femenino, le diremos lo que una dama siente, piensa, imagina y quiere.

Esto no significa que lo que el varón desea no cuenta, pero mírelo de esta manera: si usted procura darle a ella lo que quiere, es muy probable que usted también consiga lo que busca. Le diremos cómo lograrlo.

Comience por el principio

Una cosa que hay que resaltar es que, para el hombre, hacer el amor es un evento mayormente fisiológico. El hombre quiere resolver; ella quiere sentirse bien consigo misma y con su pareja. Para mantener viva la parte más íntima de una relación, la mujer quiere ser bien tratada desde mucho antes de que le hablen de sexo.

Por lo tanto, sea amable, hable con ella, invítela al cine, llévela a cenar. Así como usted la trata, así es como ella se sentirá.

Cuando una mujer sabe que su compañero la percibe como una persona agradable —y sensual—, es más fácil para ella ‘dejarse llevar’. Una vez que sucede, sorpréndala con un beso. El beso es una de las caricias más disfrutadas por la mujer.

¿Cuál es la mejor forma de besarla? Primero que todo, tómese su tiempo. Y hágalo con sutileza. No tiene que comenzar en la boca, casi cualquier parte de la piel de la mujer que usted toque con sus labios la pondrá a vibrar.

Mantenga el contacto

Si siente su respiración (la de ella) ligeramente agitada, es un indicio de que usted ha tocado un punto sensible. De hecho, su ritmo cardiaco y presión sanguínea comenzarán a elevarse tan pronto como sus besos lleguen a una zona sensible.

Lo notará porque sus pezones se ponen duritos y su aureola se hinchará ligeramente (es casi como una erección).

Con los besos apropiados la piel de la mujer se transforma en una cuerda viviente, que de sólo tocarla vibra de placer.

En este punto, las manos son también importantes. Palpe la base de su pelo en la parte posterior del cuelo, recorra su espalda. Toque con suavidad, sin prisa y sin pausa. Pero no se pierda en sus propias emociones; recuerde que mientras el placer sexual de los hombres reside entre sus piernas, las mujeres están menos enfocadas en sus genitales.

Ellas quieren sentir que usted disfruta de cada porción de su cuerpo. ¿Qué significa esto? Significa que debe empezar a explorar. Descubra el mundo salvaje que existe en cada centímetro cuadrado de la epidermis femenina. La sensación inesperada es lo que debe buscar. Cuando localice el área adecuada, quédese ahí hasta que ella se excite al máximo.

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Entienda las señales

 ¿Cómo saber si la está llevando por la ruta apropiada?

 Lo notará porque cuando ella se excita sus ojos se vuelven más brillantes y sus pupilas se dilatan.

Una mujer no puede ocultar que está sintiendo la pasión: si sus pupilas están dilatadas, es un signo de que lo está disfrutando. Y ya que anda tocando piel sensible, permítanos hacerle una advertencia: mientras es cierto que la estimulación directa del clítoris (el chicharito situado en la parte alta de la vagina) es la clave para llevar al clímax a la mayoría de las mujeres, no lo presione demasiado ni lo frote muy rápido.

Cuando la mujer está excitada, el clítoris, que es en realidad un pene minúsculo, logra alcanzar una especie de erección. Pero esa erección tarda más que la del varón, y cualquier contacto exagerado antes de llegar a ese estado puede ser incómodo e incluso molesto.

Aquí es necesario abordar el sexo oral, dos palabras significan muchas cosas.

Cada mujer tiene sus propias preferencias, pero no se le ocurra preguntar. Aquí sólo vale una recomendación: experimente, perciba y siga o deténgase según las reacciones de su pareja.

Si ella ya no puede ni hablar, quiere decir que está lista para entregarle todo lo que usted desea —que es cuando el sexo oral rinde sus más altos dividendos.

El problema con el sexo oral —suponiendo que pueda haber un problema con algo que brinda tanto placer— es que ella puede sentirse insegura, así que no recurra a ello como opción obligada. El sexo oral debe surgir sin presiones y de manera espontánea, nunca como un acto necesario del preámbulo sexual.

Continúe la lectura…

 Y ahora, lo que ella —y sobre todo usted— ha estado esperando: el momento de penetrarla, que por lo regular suele ser físicamente placentero.

Pero cuidado, ella no estará dispuesta para siempre.  Antes de ‘poseerla’, dígale lo que va ha hacer; algunas mujeres encuentran enormemente excitante que su pareja se lo diga justo en el momento que va a suceder. Eso les da seguridad y la sensación de sentirse más dispuestas.

Al invadirla, bésela y acaricie su cara. En ese mismo instante, haga un intento de retirada e invádala otra vez…

Debido a que hay muy pocas terminaciones nerviosas en las profundidades de la vagina, la mayoría de las mujeres siente más placer en el primer borde de sus labios vaginales (el área de máxima excitación de la mujer está casi en la superficie, no en el fondo).

Mientras usted sigue concentrado en la lectura, dejemos en claro un mito sobre el coito: por alguna razón, muchos hombres piensan que deben durar muchísimo tiempo en el preámbulo. Pero no es así. Si se tarda demasiado, la mujer se cansa y su mente empieza a divagar.

¿Cuánto tiempo es el adecuado? No hay una receta para ello. Eso cambia con cada quien y cada vez. Es usted el que debe aprender a reconocer las sensaciones invitantes de su pareja. Cuando ella haya sido suya, selle el momento con un abrazo tierno, cálido, callado y prolongado.

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MIDA SU SEXO

A las mujeres les encantan las pruebas escritas que incluyen preguntas sobre el sexo. A los hombres no. La mayoría de esas pruebas no tienen relevancia para los varones, porque ellos creen saberlo todo.

Y esta es precisamente la razón por la cual se le pidió a un grupo de expertos que diseñaran una prueba orientada a calificar el sexo que prefieren los hombres.

El siguiente cuestionario se enfoca en lo que se requiere para mantener a una mujer interesada en compartir la cama con su galán. ¿Tiene listo su lápiz? En verdad no está tan difícil.

Comenzamos con ésta

La posición más probable de hacerla gritar de placer es... (a) Ella abajo y él arriba. (b) Desde atrás. (c) La mujer sentada sobre él. La respuesta es (c). Existe mucho debate acerca de si la mujer posee o no el ‘punto G’, pero si ella alcanza el orgasmo durante la relación sexual es porque su clítoris recibe el contacto apropiado. Hasta que el debate se aclare, el clítoris es la ruta más segura. Por lo tanto, la mujer sentada sobre el hombre le da a ambos lo que buscan.

Una posición extraña

De todos los clichés sexuales que se ven en las películas, el que las mujeres encuentran más absurdo es... (a) Mujeres que alcanzan el orgasmo en dos minutos. (b) Mujeres que hacen el amor de pie. (c) Mujeres jóvenes que lo hacen con hombres maduros. (d) Todo lo anterior.

La respuesta es (b). Sin embargo, aunque la penetración de pie es más difícil, se ha sabido de mujeres que disfrutan enormemente en esa posición.

 ¿El tamaño importa?

Usted ha oído que el tamaño del pene no importa. También ha escuchado que el tamaño lo es todo. ¿Quién tiene la razón? (a) Entre más grande mejor. (b) Las mujeres encuentran que los penes grandes son intimidatorios, por lo tanto los prefieren chicos. (c) Las mujeres son intimidadas por los penes grandes, pero encuentran que a los chicos algo les falta; por lo tanto, creen que los medianos son los ideales. (d) Todos los de arriba. La respuesta es (d). Un grupo de mujeres que discutieron sobre las dimensiones del pene ofrecieron opiniones divididas en sus preferencias. En fin, para que no haya pierde, considere los penes como los senos. Se trata de partes del cuerpo que hemos sido entrenados a considerar como “entre más grande mejor”; sin embargo, hay todo un abanico de gustos en la ciudad.

A veces sucede

 En general, se ha encontrado que la maquinaria sexual es bastante confiable; sin embargo, a veces sucede que usted no puede tener una erección (tal vez porque ha empezado a salir con una chica demasiado joven). Ella no tiene la manera de saber si su parafernalia funciona como es de esperar. Así que, ¿qué debería usted hacer si algo sale mal? (a) Asegurarle que eso no le sucede tan menudo. (b) Mostrarle algo de literatura en donde explique la naturaleza benigna de un fracaso ocasional. (c) Mantener la relación por encima de la cintura hasta nuevo aviso. La respuesta es (a). La mayoría de las mujeres sabe que algunas veces esas cosas pueden pasar, especialmente al principio de las relaciones, cuando el varón podría estar un poco nervioso. La mujer por lo regular lo entenderá, y el hombre debe aceptarlo como algo natural, propio de la relación de pareja.

¿Cuál es la mejor forma de besarla?

Hágalo con sutileza. No tiene que comenzar en la boca, casi cualquier parte de la piel de la mujer que usted toque con sus labios la pondrá a vibrar.

Si siente su respiración ligeramente agitada, es un indicio de que usted ha tocado un punto sensible.

Lo notará porque sus pezones se ponen duritos y su aureola se hinchará ligeramente (es casi como una erección).

Con los besos apropiados la piel de la mujer se transforma en una cuerda viviente, que de sólo tocarla vibra de placer.

Pupilas dilatadas

Una mujer no puede ocultar que está sintiendo la pasión: si sus pupilas están dilatadas, es un signo de que lo está disfrutando.

 (Selector de Vanguardia)

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