Terapia de flotación, ¡relax absoluto!
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Flotar para olvidar los problemas, para dejar de lado el estrés, para aparcar la rutina o simplemente por placer. Los tanques de flotación son una forma distinta de experimentar la relajación.
Las instrucciones de uso son sencillas: meterse en el tanque, tumbarse y descansar. El flotar viene solo, no hay que esforzarse por conseguirlo.
“El principio de flotación tiene que ver con la densidad del agua, debido a la cantidad de sales disueltas en ella, como ocurre en el Mar Muerto. Pero esta densidad es imperceptible a la hora de meterse en el flotario, ya que la textura del agua no cambia y no se nota diferente al agua de densidad normal”, señala David Murcia, responsable de Flotexperience, un centro de flotación y haloterapia ubicado en Madrid.
“Las sales que se utilizan son sulfato de magnesio, aunque se conocen popularmente como sales de Epsom, por la población inglesa donde se descubrieron. Se encuentran de forma natural en aguas termales y son diferentes de la sal marina o de la que usamos para cocinar, que son principalmente cloruro sódico”, explica.
“Las sales de Epsom son suaves, no irritan y suavizan la piel. De hecho, la piel apenas se arruga, pues el cuerpo, cuando estamos en el flotario, no absorbe agua sino que la suelta, lo que se conoce como proceso de ósmosis. Esto ayuda a desintoxicar el organismo”, añade.
Del mismo modo, detalla que las sales de Epsom se suelen usar como sales de baño para aliviar dolores, contracturas musculares y calambres y también para el tratamiento de diversos problemas dermatológicos.
BENEFICIOS PARA EL ORGANISMO
En este sentido, Murcia subraya que la flotación tiene distintos beneficios para el organismo. “Reduce la tensión muscular pues, gracias a la ingravidez, nuestro cuerpo no tiene que hacer ningún esfuerzo. Así aumenta la oxigenación de todo el tejido muscular, lo que optimiza los procesos de recuperación de lesiones, contracturas y tirones”, afirma.
Otra de las ventajas de la flotación, según refiere Murcia, es la desintoxicación mediante la ósmosis. “Debido a la alta concentración en sales y a la temperatura constante del agua, nuestro cuerpo funciona como un filtro que drena y elimina toxinas a través de la piel”, apunta.
Para el responsable de Flotexperience, “la sensación de total ingravidez, flotar sin esfuerzo, sin tener que hacer nada para sustentarnos en el agua es lo que primero llama la atención. A partir de ese momento inicial, se siente poco a poco cómo el cuerpo se va relajando, perdiendo tensión muscular y desconectando, hasta el punto de perder totalmente la referencia de nuestra propia ubicación dentro del flotario”.
Según explica Murcia, los flotarios son piscinas de 30 cm de profundidad que contienen 700 litros de agua y 350 kg de sales de magnesio. “Las que utilizamos en nuestro centro son exentas y no tienen cubierta, al contrario de lo que ocurre con la mayor parte de tanques de flotación o ‘cocoons’ que existen en el mercado, que al ser cerrados pueden crear sensación de claustrofobia”, expone.
“Además, la mayoría de los flotarios están enfocados al llamado aislamiento sensorial, es decir, flotar en completo silencio y a oscuras. Aquí, hemos querido dar un paso más y les hemos dotado de un sistema de audio, de cromoterapia y de una proyección de estrellas con una nebulosa, para ofrecer una nueva experiencia y que cada usuario pueda personalizar la sesión según su estado y necesidades”, detalla.
Murcia comenta que cualquiera puede disfrutar de la flotación, “pues todos necesitamos momentos de paz y descanso. No obstante, hay personas que pueden beneficiarse más de esta experiencia. Un ejemplo son las embarazadas. Con la flotación pueden ayudar a aliviar las molestias del embarazo. Además, la madre se pone en una situación similar a la de su hijo dentro del útero”, expresa.
Del mismo modo, señala que la flotación puede ser beneficiosa para los deportistas “a la hora de recuperarse después de entrenamientos intensos o tras la competición, y no sólo a nivel físico, sino también en lo relativo a la concentración”, detalla.
También indica que la flotación está recomendada “para quienes tienen lesiones de espalda, dolores crónicos y agudos como la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica, para problemas de estrés, de insomnio y para alteraciones dermatológicas como psoriasis, dermatitis, etc”.
Si se va a realizar una sesión de flotación, el especialista recomienda no acudir recién depilado o afeitado, ya que puede ser molesto debido a la sal. Lo mismo ocurre si se tiene alguna herida, aunque indica que en el caso de que sean muy pequeñas se pueden impermeabilizar con vaselina.
Tras la sesión, Murcia aconseja “tomarse un momento antes de comenzar cualquier actividad, para no romper de golpe ese estado de relajación profunda al que hemos podido llegar. También es conveniente rehidratarse, ya que en el proceso de ósmosis, que se produce por la salinidad del agua, hemos estado perdiendo líquido”.
DESTACADOS:
+++ “Las sales que se utilizan son sulfato de magnesio, aunque se conocen popularmente como sales de Epsom, por la población inglesa donde se descubrieron”, explica David Murcia, responsable de Flotexperience, un centro de flotación y haloterapia ubicado en la capital de España.
+++ “La flotación puede ser beneficiosa para los deportistas a la hora de recuperarse después de entrenamientos intensos o tras la competición, y no sólo a nivel físico, sino también en lo relativo a la concentración”, detalla.
+++ “La sensación de total ingravidez, flotar sin esfuerzo, sin tener que hacer nada para sustentarnos en el agua es lo que primero llama la atención”, apunta.
Por Purificación León/EFE-Reportajes