A tus manos llega ‘La pastorela de Catón’
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El tradicional texto que los saltillenses disfrutaron por años en escena, ahora está disponible para disfrutarse en su formato de libro
Para Armando Fuentes Aguirre ‘Catón’, su Navidad predilecta es siempre la que está a punto de vivir, rodeado de sus esposa, sus hijos y el resto de su extensa familia, sabiéndose a sí mismo y a ellos lo suficientemente saludables y fuertes para tener la fortuna de reunirse un año más.
El platillo que en cada festividad decembrina acompaña a la mesa y satisface a su comitiva es, como él lo narra “un platillo saltillensísimo, si me es permitida la palabra, que es la fritada de cabrito, un platillo barroco, de lo más elegante y complejo de hacer que puede haber en la comida mexicana”.
Presumió además que su esposa tiene una maestría para preparar el complicadísimo platillo que es igual de complejo como el mole o los chiles en nogada, pero que ella sorteó exitosamente utilizando bien las muchas especias y teniéndole la paciencia necesaria.
Así como en las navidades de Catón la familia y la fritada son tradición, su pastorela fue y ha sido durante más de 40 años un símbolo infaltable de las festividades para los saltillenses.
Pero ahora, además de su versión escénica, la casa Editorial Planeta a través de Diana pone a disposición de los lectores la versión editorial de esta puesta en escena que conserva el conocido estilo humorístico del escritor saltillense, escrita cerca de los años 70 al calor de una puesta en escena apurada.
“Un día llegaron a Saltillo dos de los más grandes actores que ha habido en Saltillo: Jesús Valdés y René Gil. Llevaban con ellos un ejemplar de una muy antigua pastorela de las que se representan en nuestra región, y me pidieron que les ayudara haciendo una adaptación para representarla en teatro”, comentó ‘Catón’ en entrevista.
Se trataba de un típico cuaderno o libro de pastorela de las conocidas representaciones que duran toda la noche, a las que él considera “sumamente bellas y llenas de esencias populares”, por lo que hacer una adaptación le desarrolló un sentimiento de respeto.
“Adaptar una pastorela de ese tipo para la escena moderno no sólo era muy difícil, sino también un sacrilegio alterar en cualquier forma estos textos pertenecientes a la entraña popular, un atentado, aunque sea con la mejor intención”.
Pero no quiso abandonar la intención de los actores, así que les propuso escribir especialmente para ellos una nueva propuesta, a lo que los actores le confesaron que aquello no sería posible porque el montaje tenía que empezar a los tres días.
“Yo les dije que en tres días les tenía la pastorela y no me lo creyeron, ¡pero en tres días la tuve terminada!, está en verso y la escribí en jornadas quizá de 18 horas, directamente a la máquina de escribir, fue una experiencia para mi sumamente bella”, aseguró el escritor
La creación de la ‘Pastorela de Catón’ fue cómo cocinar pan: los actores esperaban con ansias a que la siguiente página ‘saliera del horno’, para ir corriendo a fotocopiarla y poder seguir avanzando con el montaje.
“Corrían para dársela al actor que iba a representar tal o cual papel de tal manera que antes de terminar la pastorela, ya se estaba ensayando sin que yo supiera cómo iba a terminar o que iba a seguir”, recuerda entre risas.
El asegura que “sentía como si alguien me la fuera dictando”, y hoy puede reconocer que fue la historia y sus protagonistas los que bajaron a su cabeza y dejaron fluir con naturaleza al texto.
“Aquí se cumple una antigua conseja entre escritores de la cual quizá modestamente me apropio, y consiste en decir que no es el escritor el que crea al personaje, sino que los personajes se van creando solos de tal manera que llegan a tener más realidad que la que el propio autor puso en ellos y eso, guardando toda proporción, me pasó a mí”, dijo.
Él dice que fue así, de manera casi espontánea, casi de la nada que surgió este texto en el que para no mantenerlo lejos de su origen, lo inicia con los primeros versos de aquellos antiguos cuadernos de pastorela:
“Mando el Sol, mando la Luna,/ mando este cielo estrellado,/ mando en el viento las aves,/ en el mar los peces mando,/ y todo ser en la Tierra/ obedece mi mandato,/ que para eso soy Luzbel”.
“Así empiezan siempre las pastorelas, con un monólogo de Luzbel quien siempre que recitaba eso del mano el sol mando la luna, le decíamos que lo que debería mandar era el chivo a su casa - bromeó- pero use estos versos tan populares para de alguna manera decir que la mía deriva de esas antiguas pastorelas”.
Tras convertirse en tradición en la ciudad, diversos grupos y compañías de teatro comenzaron a solicitar el texto, lo que llevó a que la pastorela fuera presentada en muchos rincones de México, Nueva York y Tokio.
En esta ocasión, el texto que está dedicado a su madre Carmen Aguirre de Fuentes, al recuerdo del actor Jesús Valdés, al actor René Gil y a su hermano Carlos Fuentes Aguirre, dicta que la sesión de derechos es gratuita a única condición de avisar e invitar al autor sobre el estreno.
“Quiero tanto a la Navidad que autorizo a cualquier grupo que quiera poner la obra, a ponerla sin pagar regalías, a nadie, como una aportación mía a ese hermosísimo misterio que es el misterio de la encarnación, es decir el misterio de la Navidad”, declaró.
Aseguró sentirse agradecido por el cariño que esta obra de su autoría ha recibido con los años, asegurando que este se debe principalmente a que las pastorelas con parte de la esencia de las festividades mexicanas, muy entrañada en lo popular.
“Pienso yo, que si alguna de mis obras me va a sobrevivir, quizá sea esta… Será que la quiero mucho”, finalizó.
Como un regalo para nuestros lectores, tenemos dos copias de ‘La Pastorela de Catón’ firmadas por el autor para las dos primeras personas que envíen una fotografía de su nacimiento a nuestra página de Facebook/ Artes Vanguardia.