Vivan las redes sociales
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El enorme impacto de esta plataforma en la sociedad moderna, en la conducta humana y en el mundo de los negocios
Por: Laura Elena Cepeda Villarreal
La presencia de la tecnología en las redes sociales y en la internet, está impactando de manera profunda a la sociedad y a la forma de relacionarnos. Pero su influjo también se ha extendido a la publicidad y a todo el ámbito de los negocios.
De hecho, la tecnología publicitaria ha llegado a la sofisticación de predecir lo que vamos a necesitar en el día a día; y con este conocimiento mostrarnos los anuncios publicitarios en el momento y lugar adecuado. Y mientras esto sucede la gran mayoría de los negocios y empresas comienzan a entender que no serán capaces de sobrevivir si no cuentan con el apoyo de las llamadas ‘redes sociales’.
La gran pregunta es ¿cómo afecta a nuestra sociedad y a nuestra conducta todo lo que está sucediendo en este campo?
Hoy en día no sé si todos sabemos o intuimos de alguna manera cuán grande ha sido y seguirá siendo el impacto de la internet y de las plataformas sociales en nuestras vidas; de hecho, el mundo ya se encuentra permanentemente hiperconectado a ese sistema.
En este artículo hablaremos de la evolución de las redes sociales como una variable más del impacto tecnológico; y trataremos del desarrollo de la internet como canal de acceso a la información. A sabiendas de que allí no termina la explicación de este fenómeno. Son muchos los tipos de impacto que afectarán la transformación de lo que viene.
Alguno de esos impactos los veremos enseguida.
En las relaciones
Hace unos cuantos años, para comunicarnos con alguien, teníamos que usar el correo electrónico, el fax, una llamada telefónica, un SMS o simplemente visitar a alguien en su domicilio o citarse con alguien en un punto intermedio de la ciudad.
Hoy las plataformas conocidas como ‘redes sociales’ nos permiten encontrar amigos y familiares que habíamos dejado de ver, y que por otros medios sería casi imposible contactar.
O sea que las redes sociales nos han simplificado la vida y nos han dado alegrías y satisfacciones de las que antes no disfrutábamos.
Esa plataforma nos permite estar informados y conectados con el resto del mundo, con personas que nos enseñan, ayudan y colaboran con nuestras tareas y oficios cotidianos para hacer de la sociedad una entidad más fuerte y coherente, dentro de lo que cabe.
Al mismo tiempo, son un canal de relación frío y objetivo, donde podemos intercambiar mensajes sin comunicarnos, conversar sin vernos frente a frente y dialogar sin hablarnos.
Esto hace que se pierda un montón de elementos comunicacionales que solo estaban presentes en los contactos cara a cara o a través de la voz en el caso de una llamada telefónica.
Según Daniel Kahneman (2011) especialista en psicología del aprendizaje, dentro de poco ya no será necesario escribir a mano, sino que bastará con teclear; no será necesario escribir una frase completa porque bastará con abreviar la redacción. Y todo eso modificará la manera como pensamos, incluso la manera como aprendemos y hasta la manera como tomamos las decisiones.
Pero la gran evolución de las redes sociales no se traduce solamente en una nueva forma de relacionarnos y conectarnos con las personas de cualquier parte del mundo, sino que pasaremos más tiempo conectados ‘en línea’ a los dispositivos móviles y a las computadoras. Más allá de lo esperado.
En los entornos vitales
Los cambios conductuales derivados del uso de la internet y de las redes sociales son actualmente campo de estudio de numerosos investigadores interesados en el tema, los cuales buscan indagar sobre la conducta social derivada del mundo digital.
Esto ha sido objeto de comentarios y admiración, porque es la primera vez en la historia que la tecnología es adoptada por el consumidor, mucho antes de que lo hagan las empresas.
Hoy en día las redes sociales son ‘laboratorios’ en los que se prueban los refectos y los resultados de esas investigaciones.
En ese campo Facebook tiene más de 1,200 millones de usuarios, LinkedIn más de 350 y Twitter ronda los 280 millones.
Nunca antes en la historia habíamos tenido contado con un laboratorio social de tales dimensiones, y todas esas plataformas cuentan con grupos de científicos que intentan extraer el máximo valor de la información justo al momento que los usuarios en línea utilizan el sistema.
Son increíbles los cambios que se están dando en la comunicación, en la publicidad y en las conductas de los consumidores.
Mariano Chóliz (2012) afirma que además de ser una de las herramientas tecnológicas más útiles, y de haberse convertido en una necesidad de la sociedad actual, la internet ha generado una centralidad extraordinaria, sobre todo en las vidas de los adolescentes.
En algunos casos, el uso excesivo de estas plataformas puede llegar a interferir con otras actividades cotidianas e incluso perturbar las relaciones sociales y familiares, llegando a convertirse en una adicción en el peor de los casos.
En la publicidad y en negocios
El auge de las redes sociales se enmarca dentro de la revolución de lo que se ha llamado Web 2.0, un nuevo paradigma de lo que debe ser la internet como entorno colaborativo en el que las empresas y los usuarios se encuentran e interactúan.
La publicidad digital está en pleno desarrollo, y la competencia entre los grandes de este rubro (Google, Facebook, Amazon, Twitter, etc.) está llegando a límites sorprendentes por la forma en que se esfuerzan en ganar dinero al ofrecer la publicidad y el producto adecuado en el momento adecuado y a la persona indicada.
A base de esto, el concepto ‘Big Data’ está cobrando cada vez más fuerza, mediante el uso de pequeños archivos de texto (llamados cookies) y es así como terminamos viendo anuncios según lo que un algoritmo supone que estamos buscando o se relacione de alguna manera con nuestros intereses en ese momento.
Por otra parte, las empresas se están dando cuenta de que no pueden prescindir de internet ni de las redes sociales para captar a su público. Sus clientes no son fáciles de acceder en el mundo físico con acciones del marketing tradicional, porque ya casi todos estamos en internet y aquí las reglas son distintas, y se debe jugar acorde a ellas.
Internet está creando una revolución comunicativa, generando cambios sociales y profesionales, como ya mencioné antes. Por eso, las empresas buscan tener un ‘Community Manager’, es decir, un responsable de gestionar comunidades de usuarios con fines comerciales, y dinamizar la captación de esos usuarios para convertirlos en futuros clientes. (Óscar Rodríguez, 2008)
Muchas empresas aún no entienden este fenómeno, ya que temen exponerse a publicar cierto contenido, ignorando que lo peor que puede suceder es no escuchar a quien habla de su empresa, marca o producto, y el único lugar donde se lee es en las redes sociales, por ende, toda la evolución en la demanda de los clientes, así como las tendencias de los consumidores, ayudan a que aquellas empresas que se encuentran en las redes sociales puedan diseñar sus propias estrategias económicas en función de lo que puedan captar a través de esos datos.
El día de hoy las empresas que no tienen actividad en internet y/o redes sociales se condenan a sí mismas a ser ignoradas o desacreditadas en su imagen de marca, al no cumplir con los nuevos requisitos del marketing.
En fin….
Como todo en la vida, la internet y las redes sociales tienen ventajas y desventajas, dependiendo de su utilización. Pero lo más importante a destacar es el empoderamiento que esas plataformas le otorgan al manejo de la información ‘privada’ a aquellas empresas que nos ofrecen sus recursos en internet totalmente gratuitos, y los diferentes dispositivos a través de los cuales navegamos a cualquier hora del día.
Mientras nosotros continuamos felices con el uso de estas herramientas gratuitas, hacemos que las empresas tecnológicas se sientan igual de felices al momento que las usamos, ya que obtienen información estratégica para investigarnos y conocernos, aprender sobre nosotros y nuestros hábitos, con el fin único de emplear esa información para ganar dinero al ofrecer anuncios publicitarios a empresas que quieran obtener nuevos clientes, lo cual se logra cada vez con mayor efectividad.
¿Hacia dónde vamos con todo esto?
Vamos a complejizar cada vez más el uso de la tecnología con la integración de la internet de las cosas, dando por hecho que no sólo nosotros estaremos conectados, sino que cualquier artefacto de nuestro hogar lo estará, para poder acceder a nuevos datos, tales como la interacción de la persona con la máquina, dejando en claro que la economía del comportamiento, la neuroeconomía y la nanotecnología vendrán muy fuertes en el curso de los próximos cinco años.
Por lo tanto, las redes sociales no son una moda que se irá en breve, y esto lo saben las grandes compañías, de manera que quitarle importancia a ese potencial puede generar grandes desventajas, ya que, como bien dicen por ahí, ‘todo lo que sucede en este mundo se ve y se oye en la internet y en las redes sociales’. (La autora es estudiante de Dirección e Innovación de Negocios, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) A00819078@itesm.mx)