Adultos, padres del 38% de hijos de adolescentes

Luego del 8M, donde mujeres jóvenes y niñas han planteado una problemática que involucra a hombres mayores en cuestiones de abuso, la organización civil Matatena, A.C., dio a conocer que en Coahuila, en al menos el 38 por ciento de embarazos adolescentes los progenitores tienen hasta 25 años, pero hay casos donde triplican la edad a la madre.

Cyntia Moncada, presidenta de la organización, recordó que el caso que recientemente presentó la artista Sasha Sokol, sirve para que esta problemática donde hombres mayores sostienen relaciones con menores de edad y niñas deje de ser normalizada y sea vista como un delito.

Entre los datos, asegura que además de ese 38 por ciento donde los padres son hombres de entre 18 a 25 años, existen otros casos, por ejemplo, donde se involucra a 7 hombres que son de 26 a 35 años, y unos más donde los hombres tenían más de 36 años, todos ellos, que sostuvieron o forzaron relaciones con niñas menores de 15 años.

En ese aspecto, Matatena dice que entre los registros que ellas tienen hasta 2019, solamente hay 8 casos en los que los padres eran a la par, niños en el mismo rango de edad de la mujer.

“Pero algunos les doblan la edad y a veces hasta tres veces mayores que las niñas. Es una problemática grave. Muchas veces, las mismas familias dicen: “no, qué bueno, al menos la embarazó un hombre que ya trabaja”. Esto sin darse cuenta que en realidad es un delito, y que los hombres utilizan chantajes y presiones”, dice Cyntia Moncada.

E incluso, señala que aunque no en todos los casos sucede, también existen otros en los que los embarazos se dan a raíz de abusos.

“Y nos hemos dado cuenta con el informe, muchos de los embarazos tienen que ver con abusos. Urge dar mucha visibilidad. A esa edad, las niñas están en un proceso de desarrollo y de mucha vulnerabilidad y llegan los hombres que se aprovechan de esa situación”, asevera.

Los datos del INEGI revelan que hasta 2020, al menos el 17 por ciento de los embarazos en Coahuila, son de madres adolescentes, y ese porcentaje es el tercero más alto en toda la República. En números absolutos, ese último año de registro ante el INEGI, significa que hubo al menos 7 mil 700 embarazos en este rango.

Al respecto, Matatena dice que erradicar esta problemática donde además se deje de revictimizar a las menores, debe involucrar a todos los sectores de la sociedad: en lo educativo, lo social, así como en la salud.

“La gente debe saber que tener relaciones con una menor de 15 años es un delito, sin importar la circunstancia. Hay poca sensibilidad de ver qué ocurrió, solo dicen: “ya se embarazó”. En la parte de las instituciones implica que haya una adecuada canalización de los casos, como investigar quién es el progenitor, e informarle a las niñas que pueden interrumpir su embarazo”, dice Cyntia Moncada.

“Esta es una situación que impacta para toda la vida de estas jóvenes. Siempre decimos: el gobierno no puede estar en todas las calles. Debemos convertirnos en redes de apoyo y si vemos a una niña que anda con alguien mayor, debemos hacer saber que eso no está bien. Si nos convertimos en una red, poco a poco se erradicará este tema”, agrega.