Almanaques y calendarios dan fiel registro del tiempo

Coahuila
/ 17 septiembre 2022
Una multitud de artistas dejaron su impronta en esta tradición bien inserta en la cultura popular

La palabra almanaque proviene del árabe al-manakh, que significa ciclo anual. Un almanaque es una publicación que contiene información referente a los días del año, clasificados en meses, datos astronómicos, estadísticas e información acerca del movimiento del sol, de la luna, eclipses, efemérides, santoral, conmemoraciones de fiestas religiosas y civiles.

Regularmente se llaman almanaques o calendarios, pero no siempre es lo mismo, depende el contexto. La diferencia entre uno y otro es que el almanaque es una publicación impresa que contiene datos relevantes para la agricultura, como el clima, el comienzo y término de las estaciones.

Por otra parte, el calendario es un impreso con una cuenta sistematizada del transcurso del tiempo, se utiliza para la organización cronológica de actividades del hogar y muy utilizados por las empresas. Los calendarios los hay de varios tipos: El maya, azteca, lunar, gregoriano, entre otros.

CALENDARIO GREGORIANO

Tras varias discusiones, el papa Gregorio XIII ordenó su revisión en 1582. Se descontaron 10 días y se pasó del 4 al 15 de octubre en un solo día, medida que ponía fin al Calendario Juliano o de Julio César, desde entonces dio comienzo el calendario gregoriano, actualmente en uso.

El punto de partida es el año 1776, cuando fue inventada la litografía. Los calendarios impresos como se conocen actualmente pudieron ser accesibles gracias a los adelantos y a las diferentes técnicas de impresión. Durante la época colonial sobresalieron los calendarios del ilustre novohispano Carlos de Sigüenza y Góngora, quien además de ser un destacado escritor, cartógrafo y poeta que tuvo conocimientos de astronomía que los plasmó en sus calendarios.

En 1826, el editor Mariano Galván Rivera, de la Antigua Imprenta Murguía, lanzó su primer almanaque a un precio accesible. El impresor incluyó efemérides, datos sobre descubrimientos científicos importantes e incluso las noticias más relevantes del año anterior. El propósito fue que la publicación no quedara como un simple recuento de los días y sirviera como material educativo.

TRADICIONES

El calendario conjunta un legado de tres tradiciones; la primera es el uso práctico, echamos mano del calendario para saber qué día es hoy, para saber el nombre del santo que se festeja en el día.

La segunda tradición es la publicitaria, un calendario es un potencial vendedor que ayuda a posicionar la marca o nombre de la tienda en la mente del consumidor.

La tercera es el obsequio, dicha costumbre nos viene de los romanos, éstos otorgaban un presente en vísperas del año nuevo, el cual significaba desear buenos deseos y buenaventura para el año que recién comenzaba. Recuerdo que hace algunos años, desde la tienda de abarrotes más humilde hasta los grandes negocios regalaban calendarios, también llamados almanaques.

EL FLORECIMIENTO

En nuestro país la época de oro en la producción de calendarios fue de 1930 a 1960. Talentosos artistas crearon bellas obras para estos propósitos. Los pintores en un principio trabajaban en lienzos grandes, de hasta tres metros de ancho, para poder adaptarse a las enormes cámaras.

Después de la Segunda Guerra Mundial, las innovaciones en las cámaras comerciales permitieron a los artistas pintar en formatos más pequeños, con lo cual se redujo el tiempo de elaboración de las pinturas.

LOS ARTISTAS

Entre los mejores pintores de calendarios destacan Ángel Martín Merino, Antonio Gómez y Rodríguez, Eduardo Cataño, Héctor Ladrón de Guevara Acuña, Humberto Limón Salazar, los hermanos Jaime y Santiago Sadurní, Pernía.

Así como Jorge González Camarena, Jorge Murillo, José Bibriesca Ruvalcaba, Manuel Piña, Mario Chávez Marion y Raúl Vieyra Flores; sin duda los trabajos más bellos fueron los de Jesús de la Helguera.

EL MÁS DESTACADO

Jesús Enrique Emilio nació en la ciudad de Chihuahua el 28 de mayo de 1910, hijo del español Manuel de la Helguera y la mexicana María Espinoza. De la Helguera es sin duda el pintor más representativo del arte calendárico en la historia de México.

A los siete años de edad emigró junto con su familia a España. A los nueve años de edad, el director de la escuela primaria donde estudiaba le encomendó la responsabilidad de ser el maestro de dibujo y encargarse de realizar las ilustraciones y mapas que facilitarían el aprendizaje de sus compañeros.

Años más tarde ingresó a la escuela de artes y oficios, ahí pasó a la prestigiosa Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Trabajó arduamente en Madrid y Barcelona como ilustrador hasta que consiguió una plaza de maestro de artes plásticas en la ciudad de Bilbao.

Dos años después de la Guerra Civil Española volvió a México casado con Julia González Llanos y con dos hijos. Al llegar a nuestro país trabajó para la revista Sucesos para Todos, posteriormente y hasta su muerte colaboró como artista exclusivo de Cigarrera La Moderna, empresa que se publicitaba principalmente a través de calendarios.

ILUSTRANDO LA MEXICANIDAD

El trabajo de Jesús de la Helguera ayudó al reforzamiento de la nacionalidad mexicana, valientes guerreros y bellas princesas aztecas se plasmaron magistralmente gracias al talento del pintor, de igual manera cobraron vida: Hidalgo, Morelos, Guerrero.

De la Helguera plasmó tradiciones, valores, sentimientos, paisajes del campo mexicano, montañas de Guerrero, Michoacán, ríos de Veracruz, Tabasco y Chiapas, entre muchos otros.

Los calendarios con litografías de Jesus de la Helguera difícilmente eran desechados, había quienes enmarcaban aquellos bellos cromos, no podían faltar en las paredes de ferreterías, fondas, consultorios médicos, talleres mecánicos, cantinas y hoy en días son piezas muy apreciadas por coleccionistas.

SENSIBLE PÉRDIDA

Jesús de la Helguera falleció el cinco de diciembre de 1971. Dejó un legado de más de seiscientas pinturas, su obra está repleta de detalles, colorido y contenido metafórico. Una gran cantidad de pinturas se exponen en el museo Soumaya, ya que la empresa Cigarrera La Moderna fue adquirida por el Grupo Carso, algunas otras obras, han sido subastadas, valuadas en millones de dólares en las casas de subastas de Christie’s y Sotheby.

saltillo1900@gmail.com

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