Desde su renombramiento en 1916, Abasolo refleja el esfuerzo, la fe y la vida cotidiana de generaciones que han dejado una huella imborrable en la ciudad
Desde su papel estratégico como proveedor de agua en el siglo XIX hasta su rebautizo como Mariano Abasolo en 1916, esta calle es un testigo vivo de los cambios en la ciudad