Caen en adicciones alumnos inteligentes académicamente en Coahuila; cambia perfil de personas atendidas en CIJ
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Hay alza de casos en jóvenes inteligentes escolarmente, pero no en lo emocional, piden expertos a padres asomarse en los sentimientos y emociones de sus hijos; baja autoestima y situaciones de violencias, factores que inciden en consumo
Estudiante con calificaciones de 10, cuadro de honor, deportista y buen muchacho, pero adicto a las drogas. El perfil de los jóvenes que consumen sustancias tóxicas ya no es el de antes, advirtió Norma Pérez Reyes, directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ), pues cada año se han detectado más casos con un perfil de jóvenes inteligentes académicamente, pero no emocionalmente.
Ante esta situación, la especialista exhortó a los padres de familia a “asomarse” a los sentimientos y emociones de los hijos y atender tanto su salud física como mental ante el incremento de consumo de drogas y otras sustancias nocivas.
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“Hemos observado que algunos de los factores individuales para decidirse por ingerir o probar alguna droga son la baja autoestima, pensar que si consumen alguna droga valdrán como personas, la presión de los pares o amigos y por supuesto su nivel de inteligencia emocional”, comentó.
Mientras que entre los factores que influyen desde afuera se incluyen el contexto social en el que se desarrolla y su ambiente familiar, si está rodeado de alguna situación de violencia o donde la comunicación entre sus integrantes es inadecuada o nula.
Por eso, reiteró, es de vital importancia que se tengan más canales de comunicación asertiva entre las familias, se ofrezcan mejores herramientas de autocontrol y se mantenga una salud mental e inteligencia emocional como signos de prevención para no caer en las drogas.
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“Antes el consumidor era un joven sin estudios o con un contexto familiar de violencia, pero en los últimos años se ha presentado el perfil de este tipo, donde a veces son hasta niños genios que lamentablemente no supieron manejar sus emociones y cayeron en las drogas por presión de sus amigos o por no saber cuánto valían como persona y buscaron en dichas sustancias la aprobación de sus amigos”, comentó Pérez Reyes.
Durante 2022 se atendió un total de 599 pacientes, la mayoría entre 15 y 19 años de edad y de los cuales 65.94 por ciento son hombres y el resto, mujeres.