Coahuila: Hipotiroidismo, una de las principales enfermedades endocrinas que afectan a la mujer

En el País, un millón 512 mil 417 mujeres sufren de hipotiroidismo no clínico
La tiroides, una pequeña glándula en forma de mariposa situada en la base del cuello, desempeña un papel crucial en la regulación del metabolismo mediante la producción de hormonas como la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3). Estas hormonas influyen en casi todos los órganos del cuerpo, controlando el ritmo cardiaco, la temperatura corporal, el crecimiento y el desarrollo, así como la eficiencia con la que el cuerpo utiliza la energía. Un funcionamiento adecuado de la tiroides es esencial para el equilibrio metabólico y la salud en general.
El Coahuila el Seguro Social ofrece tratamiento de por vida a pacientes con hipotiroidismo, a través de hormonas tiroideas y levotiroxina; a quienes padecen hipertiroidismo, se les prescriben dosis de yodo radiactivo, antitiroideos o cirugía, de acuerdo con el perfil de cada derechohabiente.
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En México, una de las afecciones tiroideas más prevalentes es el hipotiroidismo. Según datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), esta es una de las principales enfermedades endocrinas en el País, afectando principalmente a mujeres.
El hipotiroidismo es una condición en la cual la glándula tiroides produce cantidades insuficientes de hormonas tiroideas, resultando en una ralentización del metabolismo. De acuerdo con una investigación realizada por Dateras, un colectivo mexicano de investigación y análisis de datos, con soporte financiero de Merck, un millón 623 mil 448 mujeres mexicanas padecen hipotiroidismo, incluyendo casos de hipotiroidismo clínico y no clínico.
El estudio reveló que un millón 512 mil 417 mujeres en México sufren de hipotiroidismo no clínico, con una prevalencia del 3.7 por ciento. Esta afección se caracteriza por niveles elevados de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) con niveles normales de T4 y T3, y la ausencia de síntomas evidentes.
“A diferencia del hipotiroidismo clínico, que presenta síntomas evidentes, el hipotiroidismo no clínico es más difícil de diagnosticar en mujeres debido a los síntomas inespecíficos que se confunden con el estrés o el envejecimiento. Las fluctuaciones hormonales durante la menstruación, el embarazo y la menopausia también pueden enmascarar los síntomas y ocasionar un diagnóstico tardío”, destacó el endocrinólogo Mario Alberto Melo.
En contraste, el hipotiroidismo clínico se caracteriza por niveles altos de TSH y bajos de T4 y T3, manifestándose con síntomas clave como fatiga, aumento de peso inexplicable, piel seca y sensación de frío constante. Se estima que afecta a 111 mil 031 mujeres en México, con una prevalencia del 0.3 por ciento, según cifras de Dateras.
La identificación oportuna del hipotiroidismo no clínico y clínico depende de la realización de revisiones médicas regulares para detectar cualquier problema de tiroides a tiempo. El endocrinólogo Alberto Melo subraya la importancia de solicitar un perfil tiroideo, especialmente si existen antecedentes familiares de enfermedades tiroideas.
La detección oportuna y el manejo adecuado del hipotiroidismo, tanto clínico como no clínico, son esenciales para evitar complicaciones a largo plazo. Es vital que las personas se sometan a revisiones médicas regulares y adopten hábitos de vida saludables para mantener la salud tiroidea. La concientización y el conocimiento sobre esta condición son cruciales para mejorar la calidad de vida y prevenir las consecuencias de un diagnóstico tardío.
“Tener estas hormonas por debajo de su requerimiento es como tener las pilas bajas. Nuestro funcionamiento va a ser más lento, podemos sentirnos muy cansados, con sueño, olvidos, dificultad para concentrarnos, incremento de peso, intolerancia al frío y caída de cabello”, comentó la endocrinóloga Adriana Balderrama Soto, del Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre”.
En contraste, cuando se tiene hipertiroidismo, una producción excesiva de hormonas tiroideas —que afecta a menos del uno por ciento de la población—, los pacientes presentan pérdida de peso, ansiedad, insomnio, taquicardia e intolerancia al calor.