Cumple Coahuila 25 años como estado expulsor neto de población migratoria
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En 2025, Coahuila llegará a un cuarto de siglo consecutivo como estado expulsor neto de población, según datos del Consejo Nacional de Población (Conapo), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Gobierno del Estado.
Se proyecta un saldo migratorio negativo de dos mil 605 personas por cada 100 mil habitantes, debido principalmente a la migración internacional.
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Aunque la población total del estado continúa creciendo, se estima que para finales de este año alcanzará apenas los 3.32 millones de habitantes, lo cual representa un crecimiento lento. Las estadísticas oficiales indican que emigran más coahuilenses de los que arriban al estado, fenómeno que se ha mantenido constante desde el año 2000.
De acuerdo con la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP) de la Secretaría de Gobernación, entre 2022 y 2024 se registró un aumento en los eventos de personas en situación migratoria irregular a nivel nacional.
Coahuila, al ser un estado fronterizo, figura como un punto estratégico en el tránsito migrante. Sin embargo, según cifras estatales, el flujo se ha reducido de un promedio de mil personas por día a alrededor de treinta.
El INEGI, mediante su tabulado “Población total inmigrante, emigrante y saldo neto migratorio por entidad federativa”, muestra un descenso paulatino en el saldo negativo.
En el año 2000, Coahuila registró una diferencia de -107 mil 546 personas entre emigrantes e inmigrantes. En 2010, el saldo fue de -71 mil 910, y en 2020 se redujo a -39 mil 929. A pesar de esa mejora relativa, la entidad no ha logrado revertir su condición de estado expulsor.
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La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2023 reveló que Coahuila es una de las 15 entidades con saldo neto migratorio negativo entre 2018 y 2023, junto con otras como Ciudad de México, Zacatecas, Tabasco, Guerrero, Chiapas y Puebla.
Expertos señalan que las causas de este fenómeno son multifactoriales. Si bien Coahuila cuenta con una economía industrial sólida y tasas de empleo formal superiores al promedio nacional, la migración persiste por motivos laborales, brechas salariales, falta de diversificación económica, reunificación familiar, factores educativos, cambios demográficos y percepción de inseguridad.
El INEGI y la UPMRIP coinciden en que el fenómeno migratorio en Coahuila debe analizarse como parte de una dinámica nacional e internacional más amplia, y no únicamente como un reflejo de las condiciones locales.
