Eficiencia del sistema de agua en Saltillo contrasta con las dificultades que enfrenta Torreón
El cabildo de Arteaga ha dado un paso significativo hacia la mejora de los servicios de agua, drenaje y alcantarillado en el municipio al aprobar la realización de un diagnóstico sobre el abastecimiento de agua. Esta iniciativa, liderada por el alcalde Ramiro Durán García, incluye la posibilidad de constituir una empresa paramunicipal mayoritaria, Simas Arteaga, que podría encargarse de la gestión de estos servicios esenciales.
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Durante la reciente sesión del cabildo, Durán subrayó la importancia de establecer una alianza con Saltillo para invertir en infraestructura que garantice una distribución eficiente del agua. “Nuestra meta es analizar la viabilidad de esta empresa y asegurar que el servicio que brindemos a nuestros ciudadanos sea de la mejor calidad posible”, señaló a este medio en días pasados.
El debate sobre la gestión del agua en la región ha cobrado relevancia, especialmente a la luz de comparativas publicadas por el diario lagunero El Siglo de Torreón. En este contexto, se ha destacado el modelo de gestión de agua en Saltillo, donde en 2001 se creó la empresa mixta Aguas de Saltillo (Agsal), asociándose con Aguas de Barcelona. Este esquema permitió que el gobierno mantuviera el control sobre la prestación de servicios mientras se inyectaban recursos para mejorar la eficiencia del sistema.
Desde su creación, Agsal ha mostrado un desempeño favorable, duplicando tanto el número de cuentas como el número de habitantes atendidos, y logrando una eficiencia física del 76% y comercial del 99%. Esta evolución se ha visto respaldada por la implementación de tecnología avanzada, como el Centro de Control Operativo, que permite gestionar operaciones y detectar fugas.
Por el contrario, el Sistema Municipal de Agua y Saneamiento (Simas) de Torreón ha enfrentado dificultades. Con un pasivo que supera los 240 millones de pesos y un rezago histórico en la recuperación de tarifas, el organismo ha luchado por salir adelante. En los últimos años, la falta de inversiones federales ha acentuado el deterioro de la infraestructura hídrica.
Recientemente, Simas ha comenzado a mostrar signos de recuperación, reportando ingresos adicionales y mejorando su eficiencia física del 45% al 50%. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica; se estima que se requieren aproximadamente 5 mil millones de pesos para renovar las líneas de conducción y los colectores sanitarios.
Ante este panorama, el Consejo Directivo del Simas ha evaluado la posibilidad de incorporar capital privado, aunque enfatizan que esto debería ser precedido de un diagnóstico exhaustivo que garantice que la implementación de este modelo no genere más problemas en el futuro.
