Jesús López, 100 años de tradición familiar en la tapicería de Saltillo
La Antigua Tapicería López aún conserva y utiliza una máquina de coser artesanal, además de que su propietario, Jesús López Coronado, mantiene una tradición familiar que ya supera los 100 años
Jesús López Coronado es tapicero desde hace más de 30 años, aunque su familia ha estado en la profesión desde hace más de 100. Tiene su taller sobre la calle de Guillermo Prieto, en pleno Centro de Saltillo, mismo que entre herramientas y máquinas de coser, parece atrapado en el tiempo.
“El oficio de la tapicería proviene desde mi papá. Yo lo aprendí desde los 8 años prácticamente, viví mi infancia en el taller y desde entonces fui desarrollando la habilidad” contó Jesús en entrevista para VANGUARDIA.
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Agregó que la tradición familiar comenzó con su papá que nació en el año del 42 en Saltillo y después se trasladó a Monterrey a trabajar con un tío de él.
“Para ese año, digamos el 50, su tío ya tenía alrededor de 30 años como tapicero en Monterrey. Él enseña a mi padre y a mis tíos. Papá ya más grande se casa con mi mamá, se regresan a vivir aquí y así, se ha hecho una cadena de alrededor de 100 años”, relató López Coronado
Añadió que por 38 años el taller familiar se instaló en la calle de Ignacio Rayón pasando Melchor Múzquiz, aunque los 20 años previos rentaron una casa en la esquina de las mencionadas vialidades. “Estaba por ahí el señor Tovar, muy querido y hoy ha fallecido”
Jesús López contó que la tradición familiar de la tapicería no se queda en él pues sus dos hijos “crecen en el taller”.
“Ahorita este andan en la primaria, pero como no queriendo entre jugando y aprendiendo pues aquí andan con nosotros. Se llama Isaac más grande y Jesús el más chiquito”, detalló López Coronado.
Jesús declaró que el “pueblo de Saltillo todavía tiene la cultura de de reparar las cosas”, aunque “como la carpintería son negocios que tienden a ir desapareciendo”.
“Ya hay pocos tapiceros, como también pocos carpinteros, entonces el trabajo que existe es bastante para cada quién”, mencionó López. No obstante, mencionó que la inflación “perjudica a todos”.
“La extensa lista de clientes nos mantiene. Tratamos de hacer lo mejor posible con trabajos de calidad, con un toque artesanal y con pasión. Mucha gente conoce la tradición de Don Jesús López, mi padre, por la alta calidad de sus trabajos, entonces, así es como yo sigo esa tradición. Personalmente, le imprimo el corazón y el alma”, mencionó López.
Respecto a si ve que su profesión pueda estar en extinción, Jesús dijo que sí, pero por ser un tema de generación. “Como con otros colegas tapiceros, muchos pasamos como aprendices. Entonces se han ido terminando los buenos maestros. La responsabilidad en el valor de la palabra se ha ido perdiendo”.
López Coronado contó además que los productos de menor calidad pero más baratos, especialmente los chinos, han provocado que la clientela opte por comprar nuevos muebles que repararlos.
Además explicó que al ser un derivado directo del petróleo, el hule espuma que se usa como relleno para los sillones fluctúa en el precio de manera constante e inesperada, lo que ha provocado que se reduzcan las ganancias para la mano de obra con tal de mantener precios justos para sus clientes.
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