Joven de 16 años se quita la vida en Monclova, dejando un doloroso mensaje de despedida

La comunidad de Monclova, Coahuila, está de luto tras el trágico fallecimiento de Luis Ángel “N”, un joven de 16 años que decidió quitarse la vida en su hogar de la calle 6 de la colonia Hipódromo el pasado sábado.

Antes de su partida, dejó un mensaje desgarrador en las redes sociales: “Por favor, si me muero, díganle a mi amor que la amo mucho”.

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El joven fue descubierto por su familia, ya sin signos vitales, tras haber utilizado un cable para colgarse del techo. Vecinos y amigos quedaron sorprendidos ante la noticia, mientras las autoridades de la Agencia de Investigación Criminal se apresuraron en iniciar una investigación exhaustiva para comprender las razones detrás de esta trágica decisión.

Ariana, prima de Ángel, compartió que la familia está desconcertada, ya que el joven siempre fue conocido por su alegría y sentido del humor. “Siempre reía, jugaba y brincaba en los techos, hacía bromas”, dijo la joven en entrevista para un medio local.

En medio de este dolor, los padres y familiares del adolescente están destrozados y buscando sobrellevar este momento desgarrador.

Este hecho nos recuerda la necesidad urgente de abordar el tema del suicidio y la salud mental de manera más amplia.

Los expertos han señalado que el suicidio entre los jóvenes es un tema extremadamente delicado y preocupante, que requiere atención constante tanto de la sociedad como de las autoridades. Es esencial fomentar la conciencia sobre la salud mental y crear un ambiente en el que los jóvenes se sientan apoyados y escuchados.

Esta trágica noticia sirve como un recordatorio angustiante de la importancia de estar alerta a los signos de angustia en nuestros jóvenes y de proporcionarles el apoyo necesario para que se sientan comprendidos y respaldados durante sus momentos más difíciles. E

n un mundo donde la conexión y la compasión son más esenciales que nunca, esta tragedia nos urge a todos a ser más empáticos y a estar atentos a quienes nos rodean, especialmente a los jóvenes, quienes a menudo luchan en silencio con sus propios demonios internos.