Los impactos que se vislumbran por la regularización de ‘chocolates’

Coahuila
/ 25 octubre 2021

Muy polémico y controversial el tema de la regularización de autos “chocolates”, propuesta ya formalizada por el Ejecutivo federal. El tema llega en un momento donde las ventas de autos nuevos no despegan en México, pues según datos de la AMDA (Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores) de enero a septiembre de este año se han vendido 20.7 por ciento menos carros ligeros respecto a 2020, y la producción también está 24 por ciento abajo con respecto al mismo año.

La Coparmex y la AMDA mencionan que cada vehículo que entra al país de manera ilegal y que con esta propuesta se hará legal, será un vehículo menos que se compre en las agencias del país.

El último antecedente que tenemos de regularización de autos fue en el sexenio de Vicente Fox, apoyando más de un millón de unidades y de donde se estima que la comercialización cayó un 30 por ciento. Sin embargo estas acciones siempre se han tratado de justificar aludiendo a un tema de seguridad nacional y a evitar el contrabando automotriz.

Con un costo módico de 2 mil 500 pesos se pretende enlistar como legales un promedio de 18 millones de vehículos. La industria automotriz ha rechazado este tema aludiendo a poner en riesgo los más de 1.9 millones de empleos generados y a la afectación que se daría en las más de 2 mil 500 agencias de nuestro país y de paso al negocio de las autopartes, además se pone en riesgo la captación de impuesto sobre automóviles nuevos que el año pasado fue de 11 mil millones de pesos.

Se verá saturada la demanda de vehículos seminuevos y provocará una devaluación de estos mismos nacionales, los famosos lotes de carros verían disminuidas sus ventas. El tema ambiental también está sobre la mesa, pues es bien sabido que los autos que entran al país de manera ilegal tienen una vida de uso ya muy larga y el nivel de contaminantes que producen es muy elevado, además, en otros casos son autos siniestrados que se arreglan en el país. Queda una pregunta en el aire: ¿Quién compra realmente un carro nuevo con las condiciones de ingreso actuales en el país?

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