En Haití no se fabrican armas y su envío es ilegal, pero a las bandas que aterrorizan la capital del país, Puerto Príncipe, parece nunca faltarles armas, ni munición
La mayoría de ellos se están quedando con familiares, pero más de 750 personas no tienen a donde ir y están durmiendo en el piso de una iglesia, de una escuela y de una plaza pública en Saint-Marc, de acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU.
Yacían cadáveres en las calles de Pont-Sondé tras el ataque en la región de Artibonite, muchos de ellos con un balazo en la cabeza, dijo el viernes a la emisora Magik 9 Bertide Harace, vocera de la Comisión para el Diálogo, la Reconciliación y la Conciencia para Salvar a Artibonite.
El ataque del jueves en la región de Artibonite dejó cadáveres regados en las calles de Pont-Sondé, muchos de ellos de personas asesinadas con un tiro en la cabeza, dijo Bertide Harace, vocera de la Comisión para el Diálogo, la Reconciliación y la Conciencia para Salvar la Artibonite, en declaraciones a la estación de radio Magik 9.
Según testigos, la explosión ocurrió cuando las víctimas intentaban recolectar el combustible que perdía el camión cisterna, luego de que éste se accidentó
Las autoridades de los países afectados se encuentran trabajando para evaluar la magnitud de los daños y brindar asistencia a las poblaciones más vulnerables
Haití está más frágil que nunca: Casi 2 millones de personas están a punto de morir de hambre, más de 360,000 han quedado sin hogar debido a invasiones de pandillas
Los homicidios el jueves de Jude Montis, director local de Missions in Haiti Inc., y Davy y Natalie Lloyd, jóvenes esposos de Estados Unidos, ocurrió en la comunidad de Lizon en el norte de Puerto Príncipe