A un año de su partida don José y su amigo ‘Beto’; siguen vivos en el corazón de Mirasierra
A un año de la muerte de don José Alfaro Padilla, el icónico ventrílocuo de Saltillo que tenía más de 30 años divirtiendo a la gente con su compañero “Beto”, y quien dejara un legado entre las familias saltillenses, lo siguen recordando con cariño a través del mural que fue plasmado en uno de los lugares donde don José solía trabajar.
El rostro de tan singular personaje y su fiel compañero “Beto”, fueron dibujados en los arcos de la colonia Mirasierra, se encuentra en buenas condiciones pese a que la pintura no ha sido retocada desde septiembre de 2020.
El mural, firmado con las iniciales del colectivo ‘Graficasen’ (GKA.C) y el logotipo de la Ciudad Mirasierra (CDMS), recuerda al titiritero quien perdiera la vida a los 74 años de edad después de un infarto que sufrió la mañana del 22 de septiembre de 2020, mismo que provocó que don José fuera trasladado a una clínica de la ciudad.
Fueron diversos problemas cardíacos a los que se enfrentó el ventrílocuo de Saltillo durante los últimos años de su vida, lo que derivó en la muerte de este personaje que se ha convertido en uno de los más recordados.
En la locación donde se encontraba a don José, comúnmente, en la esquina de de los bulevares Hinojosa y Venustiano Carranza, no se encontraron flores ni ofrendas para conmemorar el primer año del fallecimiento del titiritero; esto, también se replicó en la zona donde se plasmó el mural en su memoria, al oriente de Saltillo.
REMEMBRANZA
Hace poco más de 40 años don José Alfaro compró un muñeco de ventrílocuo, pero un año después se lo robaron.
Debido a esto, don José tuvo que aprender a fabricarlos él mismo y así fueron llegando Poncho, Mario, Memín y por último Beto, que desde lo acompañó durante 20 años.
Durante cuatro décadas don José Alfaro alegró a niños y adultos que transitaban por el cruce de la clínica 2 del IMSS y que se detenían para darle una moneda.