Otro golpe al bolsillo de saltillenses; aumenta 40% precio de uniformes escolares
El regreso a clases presenciales obligará también a los estudiantes a portar el uniforme completo, un golpe más a los bolsillos de las familias saltillenses tras meses de acudir con mezclilla a las aulas.
Dichas prendas cuestan ahora hasta 40 por ciento más caras que antes de la pandemia.
De acuerdo con madres de familia que se encontraban en busca de dos uniformes para cada uno de sus hijos, el gasto que implica para que los chicos puedan acudir uniformados todos los días de la semana es de entre mil 800 pesos y hasta 2 mil 500.
La mujer dijo que se requieren de al menos dos uniformes: el de diario y el deportivo, es decir, alrededor de siete prendas: falda o pantalón, chaleco, camisa blanca, suéter o saco, pants, falda-short, playera y chaquetín.
“Sí se va el dinero en los puros uniformes, son como 2 mil 500 pesos de cada uno de mis hijos en Primaria y Secundaria, sí creo que los precios son más caros pero también es un gasto que hace 2 años o menos no se consideraba, entonces se nos hace un gasto extra”, comentó Gloria Escalante.
Señaló que años atrás, antes de la pandemia, su gasto era de entre 900 y mil 600 pesos, sin embargo, las playeras y chaquetines, por ejemplo, eran de tallas más pequeñas, mientras que ahora los precios se elevan si la talla es más grande.
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Por su parte, Germán Quezada, gerente de Comunicación de Uniforama, negocio de uniformes con casi 50 años de experiencia en la ciudad, señaló que “como todo, se han incrementado los precios debido al alza que imponen los proveedores, pero también al costo del material con que están hechos”.
Sin embargo, destacó que para amortiguar el impacto que pueda generar en la economía de las familias, se han implementado sistemas de separado para que con solo 200 pesos se pueda solicitar el uniforme en las tallas necesarias y apartarlo para pagarlo cada quincena por tiempo indefinido.
“No se espera que las ventas incrementen, sino se normalicen como los años anteriores a la pandemia y el confinamiento escolar que provocó”, agregó, y recordó que es gracias a la venta de uniformes que mantienen su plantilla de colaboradores y sus sueldos.
“Estamos conscientes del gasto que implica”, reiteró, “pero invitamos a las familias a que puedan acudir de una vez a separar sus uniformes, y por qué no, pagarlos en abonos, pues un uniforme representa mucho más que portar cierta vestimenta”.
“Sabemos que le da identidad a los niños y jóvenes, que les permite identificarse como estudiantes y que además contribuye en su desarrollo, por eso vale la pena que todos tengan sus uniformes”, consideró Quezada.