Pasta de Conchos: ‘Mi esposo presentía accidente antes de irse a trabajar’
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Viuda de Manuel Rosales relata que cuando ocurrió la explosión en la mina, su esposo estaba dudoso de irse a trabajar
Al reiniciarse por parte de Comisión Federal de Electricidad los trabajos de rescate de los mineros que quedaron atrapados en la Mina 8 Pasta de Conchos desde 2006, los recuerdos del último día en que vieron con vida a los trabajadores regresan a la memoria de las viudas y demás familiares.
Al exterior del yacimiento, las familias mantienen un campamento donde narran cómo vivieron aquel día que marcó su vida, la de sus familias y de todo el país.
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María del Refugio Olivares, viuda del minero Manuel Rosales, se remontó a aquel trágico sábado.
Era una noche muy fría, asegura, y su esposo, que raramente iba de turno de tercera, ya se había preparado para ir a trabajar a la mina.
Afirma que aunque ya tenía su ropa puesta y su comida lista para llevar, algo en su mirada le decía que no quería irse.
“No, pues él como que se quedaba parado y se me quedaba viendo, como que si se estuviera despidiendo, nomás yo en ese momento pues no lo sabía, verdad, él se me quedaba viendo y le dije: ‘no vayas a trabajar’, porque estaba haciendo muchísimo frío”.
“Él se quedaba, has de cuenta como que pensaba y luego se iba y se paraba en la otra puerta y volteaba, ahí se quedaba hasta que se despidió de mí y de mi hijo, a él le dijo: ‘cierra bien la puerta y cuídense mucho’ y ya se fue”.
Manuel Rosales tenía entre 20 y 25 años trabajando en la Mina Pasta de Conchos, pero anteriormente, cuando era muy joven, había trabajado en los denominados “pocitos” que operan en la Región Carbonífera, sin embargo nunca manifestó esa postura antes de irse a trabajar, como aquella ocasión.
“Se me quedaba viendo como si se estuviera despidiendo, mas yo no sabía nada, yo le decía: ‘no vayas a trabajar’, él se quedaba como que la pensaba. Yo le decía: ‘¿qué que me quieres decir?’, porque se me quedaba viendo así clavado, ahora digo: ‘¿quién iba a pensar que sería la última vez que lo iba a ver?’”.
Han sido 18 años desesperación por no saber dónde o cómo murió exactamente su esposo, con quien procreó cuatro hijos, la misma situación es la de todas las familias de los 63 mineros.
No obstante, la lucha para que el gobierno federal iniciara el rescate de los cuerpos no cedió por parte de las viudas y en recientes días que se recuperó uno de los cuerpos, la esperanza está más viva que nunca para las familias.
“Ese día nos dimos cuenta por la misma familia, cuando llegamos a la mina no dejaban pasar hasta allá, solo al campamento a la entrada, veíamos que salían uno y otro de los sobrevivientes, decían ‘Rosales’ y estaba abusada pero no era el mío, él nunca salió”.
“Total que en ese entonces nos traían nomás que de allá y que de acá y pues no, nunca en ese momento los presidentes que estuvieron nunca nos quisieron ayudar. Nunca nos atendieron ni nada hasta ahora que gracias a este presidente, hasta ahorita este fue el que nos hizo caso y ya se vio que sí se hubiera podido en ese momento”.
María, al igual que el resto de las viudas y sus familias, esperan turnándose al exterior de la mina para poder observar el anhelado momento de recuperar los cuerpos.
Si se llegaran a rescatar los restos de Manuel, su marido, serán sepultados en la comunidad de Agujita, de donde él y ella son nativos.
Por ahora, el personal que hace los trabajos de rescate solo les ha informado que siguen extrayendo carbón, agua y que hay mucho lodo por sacar, lo cual les permitirá avanzar para localizar los restos humanos.