Recobrar el equilibrio personal: reto frente al suicidio en Coahuila
“Entender que el suicidio no es el problema, sino la consecuencia”, debe ser el factor principal para generar un cambio en la prevención de este fenómeno que mantiene a Coahuila dentro de las diez primeras entidades con mayor casos de personas que se quitan la vida.
Karla Patricia Valdés García, docente investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Coahuila, especialista en el fenómeno del suicidio dijo que de acuerdo a estudios en la materia, uno de los factores de riesgo más importantes para que una persona decida quitarse la vida es la desesperanza.
“Que tiene que ver con este miedo al futuro, futuro fobia y es un miedo porque hay mucha incertidumbre, ambivalencia, ambigüedad en cuanto a que me depara en el futuro mi vida, mis expectativas, mi calidad, mi bienestar”, comentó la docente.
La desesperanza está relacionada con la indefensión, producto de la ausencia de herramientas emocionales, de recursos familiares y de una visión negativa del futuro; también de recursos sociales y políticas públicas bastas para afrontar este tema en la prevención.
Este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía dio a conocer los resultados de las estadísticas de defunciones correspondientes al 2021 y revela que Coahuila ocupa el lugar número nueve en casos de suicidio. Las Regiones Sureste y Laguna reportan los mayores casos.
“Es un fenómeno que tiene que ver con el tema poblacional, pero también con el desarrollo económico y empresarial que genera mucha presión y expectativa entre los jóvenes, mucha migración para ocupar plazas laborales y esto hace una dinámica social complicada”, mencionó la experta.
La futuro fobia tiene mucho que ver con la ansiedad, que es la preocupación constante por el futuro. La ansiedad es una de las enfermedades mentales más presentes a nivel mundial, principalmente en jóvenes.
La especialista sugiere recobrar la capacidad de vivir en el presente, de conectarse con el momento y disfrutarlo por que asegura que la prisa te lleva a atender todo lo externo y dejar de lado las necesidades personales.
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“El vivir constantemente en el futuro puede resultar nocivo si estamos teniendo una visión negativa, y no sería adecuado vivir en el pasado porque esto generaría angustia, depresión, culpa y necesitamos estar en el presente, sin olvidar el pasado y tener claro a donde quiero ir. Es justo este equilibrio lo que se ve alterado y lleva al intento o consumación del suicidio”, dijo Valdés.
Los factores protectores que ayudan a que una persona se aleje de presentar un comportamiento suicida son cuidar la cantidad de horas de sueño, la alimentación y realizar actividades de nuestro agrado que se conviertan en rutinas de bienestar.
La especialista asegura que hay más productividad cuando las personas se encuentran en un estado de bienestar y de equilibrio. Que hay mayor rendimiento cuando se da tiempo a atender necesidades biológicas, psicológicas y sociales.
“El INEGI solo muestra la punta del iceberg”, aseguró Karla Valdés, quien detalló que “por cada suicidio consumado hay mínimo 20 intentos, y una cantidad mayor de pensamientos suicidas. En la medida de que no se establezcan acciones hay riesgo de consumarlo. El primer factor de riesgo de que ocurra un suicidio, es haberlo intentarlo”.
La docente de la Facultad de Psicología de la UAdeC, consideró que la salud mental se ha topado con una barrera no solo de estereotipo, si no también de costos y capacidad de atención tanto en el sector público como privado,
“Es un cuello de botella, mucha gente necesita apoyo emocional, psicológico, psiquiátrico y hay pocos lugares públicos y privados para atención. Definitivamente se requiere de políticas públicas que generen estrategias a nivel comunitario, institucional y vamos avanzando lentamente frente a necesidades que crecen a pasos agigantados”, comentó.
EQUILIBRIO QUE NOS PUEDE SALVAR LA VIDA
Vigilar nuestros pensamientos, emociones y conductas y hacernos conscientes de ellos.
No dejarnos llevar por demandas sociales que nos exigen nuestro recurso más valioso, el tiempo.
Cuestionarme:
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