Saltillo: adoptante de ‘Almendra’ comparte su versión y acusa a ‘Lomitos al rescate’ de incitar al odio
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El caso de la perrita pitbull llamada “Almendra”, que supuestamente fue usada en peleas de perros luego de su adopción y que ha generado controversia en las redes sociales de Saltillo, ha dado un giro.
Edith Soto ha decidido compartir su versión de los hechos tras las acusaciones hechas por la fundación “Lomitos al Rescate”.
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Ayer, diversos grupos y páginas dedicadas al bienestar animal comenzaron a difundir mensajes en los que Soto y su pareja eran objeto de amenazas y acusaciones graves. Esta situación ha exacerbado las tensiones y generado un intenso debate en la comunidad.
Edith Soto, a través de su cuenta de Facebook y a este medio, ha relatado una serie de eventos que asegura demuestran su responsabilidad en la adopción y cuidado de la perrita “Almendra”, así como su colaboración con la fundación tras el extravío de su perrita.
LÍNEA DEL TIEMPO DE LOS HECHOS
Soto explica que el 24 de abril de 2024, contactó a “Lomitos al Rescate” para adoptar a “Almendra”. Un día después, el 25 de abril, firmó un contrato de adopción en el que se comprometía a cumplir con las responsabilidades estipuladas por la fundación, que incluían proporcionar un buen entorno y cuidados para el animal. Según Soto, la fundación había verificado su capacidad para cumplir con estos requisitos.
El 17 de junio, Soto reportó a la fundación que “Almendra” había desaparecido de su hogar. En sus esfuerzos por encontrarla, Soto informó a Indira Elizondo, identificada como titular de la fundación, y proporcionó detalles sobre un vehículo sospechoso que podría estar relacionado con la desaparición.
Asimismo, comparte capturas de pantalla de la conversación y donde se observa su interés por encontrar a “Almendra”, así como las fotos de la camioneta que la sustrajo.
Edith expone que aunque la fundación inicialmente ofreció ayuda y se publicaron anuncios en busca de la perrita, la comunicación se volvió cada vez más tensa y que la fundación dejó de responder a sus mensajes el 20 de junio.
ACUSACIÓN Y REACCIÓN
El conflicto escaló cuando la fundación y otras páginas comenzaron a difundir mensajes acusatorios contra Soto, alegando que había incumplido con sus obligaciones y que la perrita había sido encontrada en condiciones precarias además que la habían usado para peleas de perros.
La joven niega estas acusaciones y afirma que la fundación actuó de manera irresponsable al exponer su información personal y fomentar una ola de odio hacia ella y su familia.
En su publicación, Soto acusa a Indira Elizondo y a la fundación de incitar a la violencia y de no seguir los procedimientos adecuados para resolver el problema. Expresa su frustración por la falta de apoyo en la búsqueda de “Almendra” y destaca que ella y su pareja cumplieron con todas las obligaciones establecidas en el contrato de adopción.
IMPACTO PERSONAL
Soto también señala el impacto emocional y la inseguridad que ha experimentado debido a la situación. Enfatiza que se ha sentido atacada y desamparada, y lamenta la forma en que la fundación ha manejado el caso.
El caso de “Almendra” pone en evidencia la importancia de una comunicación clara y efectiva entre organizaciones de bienestar animal y adoptantes, así como la necesidad de manejar las disputas de manera justa y legal.
Mientras tanto, la comunidad sigue observando de cerca cómo se desarrollan los acontecimientos y cómo se resuelven las acusaciones en torno a este triste incidente.