Saltillo: Deben castigar a las ‘farderas’ como a delincuencia organizada
El farderismo alcanzó a los centros comerciales de Saltillo, en donde las exhiben robando en mamparas, para alertar al resto de los comerciantes y como escarmiento porque se libran con una fianza para seguir robando.
Así lo aseguraron empleadas y encargados de tiendas de ropa y accesorios en la plaza Sendero Sur, donde han adoptado la práctica de los comerciantes de la Zona Centro, al exhibir los rostros de quienes han robado sus artículos.
Señalaron que al menos cada semana son alrededor de tres personas, en la mayoría de los casos mujeres, quienes roban prendas de ropa, son sorprendidas entre los pasillos de las tiendas.
“Es en los puntos ciegos donde toman algo y lo guardan en sus bolsas pequeñas, lo enrollan muy bien y lo guardan, algunas se van y nos damos cuenta hasta que sale en las cámaras de seguridad, pero otras son sorprendidas y le llamamos a la policía”, expresaron las empleadas.
Desafortunadamente, aseguraron, “libran la cárcel”, pagan fianza o devuelven la mercancía sin que les hagan nada o las encierren para que dejen de hacerlo, mientras tiempo después esa misma persona ronda la tienda para robar una vez más.
LOS EVIDENCIAN
En la Plaza Sendero Sur, como en el Centro de la Ciudad, los establecimientos colocaron las imágenes de las personas que han detectado sus cámaras hurtando mercancía, donde suman más de una docena de “farderas”.
Por su parte, Salvador Saade, líder de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, reconoció que dicha práctica se expande cada vez más rápido y a más zonas comerciales, “difícil de erradicar”.
Sin embargo, considera, se trata de un tema de legislación que aunque se ha propuesto, nada se ha hecho al respecto, dijo el también comerciante.
“Es un problema de seguridad, pero quienes son detenidos no reciben más que unas horas tras la rejas para volver a salir y cometer de nuevo los mismos robos”, expresó.
Lo ideal sería, comentó, que sea considerado como delincuencia organizada y su pena sea más fuerte, pues se tienen testimonios de que en efecto sí están organizadas para poder cometer los robos a partir de la distracción entre varias supuestas clientas.
“Además que sea algo que se persiga de oficio, porque nosotros los comerciantes perdemos más tiempo en ir a la denuncia que lo que perdimos con lo robado”, expresó el líder.
De acuerdo a las empleadas y gerencias de las diferentes tiendas departamentales, son alrededor de mil pesos los que se pierden cada semana ante los constantes robos de los grupos de “farderas”.