Saltillo: ¿No quieres enfermar de gripe? Ante los frentes fríos, cuida tu salud respiratoria
Pequeñas acciones como ventilar las habitaciones, mejorar la alimentación y evitar el tabaco pueden marcar una gran diferencia en la calidad de nuestras vidas y la salud de nuestro sistema respiratorio
El frente frío número 9 que se cierne sobre el Sureste de Coahuila está dejando a la región con gran humedad y lluvias, lo que puede comprometer nuestra salud.
En medio de la rutina diaria, a menudo pasamos por alto la importancia de cuidar nuestra salud respiratoria. Las variaciones bruscas de temperatura, la exposición a contaminantes del aire y otros factores pueden afectar nuestras vías respiratorias, pero adoptar pequeñas acciones puede marcar la diferencia. Aquí te presentamos consejos prácticos para mantener en óptimas condiciones tu sistema respiratorio.
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Evita los cambios bruscos de temperatura
La temperatura varía en un mismo día. Es importante saber que estas variaciones de temperatura pueden irritar las mucosas y generar infecciones respiratorias.
Si bien es cierto que no se puede controlar el clima, se pueden tomar acciones para cuidar las vías respiratorias de estos cambios.
Abrigarse bien si se va a salir del hogar, ventilar la casa si hace mucho calor, cerrar las ventanas si está entrando brisa fría o secarse dentro del baño luego de un baño caliente, son pequeñas acciones que por mínimas que parezcan ayudan a mantener intacta la respuesta inmunitaria del aparato respiratorio.
Mejora hábitos alimenticios e hidrátate
Una alimentación balanceada rica en vitaminas y minerales fortalece el sistema inmunológico. Opta por alimentos naturales y evita los procesados. El agua, esencial para el funcionamiento del cuerpo, supera a las bebidas azucaradas y procesadas en términos de hidratación.
Realiza ejercicio
El ejercicio regular no solo mejora la calidad de vida, sino que también beneficia la salud del sistema respiratorio. Al aumentar la aptitud cardiaca y respiratoria, el ejercicio contribuye a la salud pulmonar. Complementar esto con una alimentación adecuada es fundamental para mantener el sistema respiratorio en óptimas condiciones.
Ventila diariamente las habitaciones del hogar
Ventilar las habitaciones diariamente es una práctica simple pero efectiva para renovar el aire y prevenir la acumulación de sustancias nocivas en el hogar. Este hábito, especialmente en lugares donde pasamos más tiempo, como la habitación y la cocina, evita el riesgo de respirar aire viciado, perjudicial para la salud.
Disminuye los contaminantes de aire dentro del hogar
Identificar y reducir los contaminantes del aire en nuestros hogares es esencial. Desde ventilar la cocina después de cocinar hasta cuidar la limpieza de mascotas y la gestión de basura, estas prácticas diarias contribuyen a mantener un ambiente saludable.
Evita el consumo de tabaco
Eliminar el tabaco es un paso clave para preservar la salud respiratoria. El humo del tabaco contiene sustancias tóxicas y adictivas que pueden causar enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Evitar fumar en interiores es crucial para la salud de toda la familia.
Evita la exposición al monóxido de carbono
El monóxido de carbono, un gas incoloro e inodoro, puede ser mortal si se inhala en cantidades significativas. Evitar la exposición al CO implica revisar regularmente los dispositivos de combustión y buscar alternativas más seguras. En especial, durante el invierno, cuando el uso de calefactores y estufas es común, la precaución es clave.

Vacúnate contra la Influenza y el COVID-19
Vacunarse contra la influenza y el COVID-19 es crucial por varias razones:
Prevención de Enfermedades Graves: Ambas enfermedades, la influenza y el COVID-19, pueden causar enfermedades graves, hospitalización e incluso la muerte. La vacunación reduce significativamente el riesgo de desarrollar complicaciones graves asociadas con estas infecciones.
Protección Personal: La vacunación proporciona una protección directa a la persona vacunada, ayudándola a evitar la infección o, en caso de contraerla, a reducir la gravedad de los síntomas. Esto es especialmente importante para aquellos que tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones, como adultos mayores y personas con condiciones médicas subyacentes.
Protección de la Comunidad: La vacunación no solo protege a la persona vacunada, sino que también contribuye a la protección de la comunidad en general. Al reducir la propagación de la enfermedad, se crea un efecto de “inmunidad colectiva” o “rebaño”, lo que ayuda a proteger a aquellos que no pueden recibir la vacuna, como bebés demasiado pequeños o personas con ciertas condiciones médicas.
Adaptabilidad Frente a Variantes: Las vacunas pueden ayudar a reducir la propagación del virus, lo que a su vez disminuye la oportunidad de que surjan variantes más peligrosas. Además, las vacunas se actualizan periódicamente para abordar nuevas variantes y mantener su eficacia.
Contribución a la Normalidad: La vacunación masiva es una herramienta clave para controlar la propagación de enfermedades infecciosas y facilitar el retorno a la normalidad en términos de actividades sociales, económicas y educativas.
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