Saltillo: ‘Todos los días le hago lonche calientito a mi hija’; Arón destaca la importancia de contar con una red de apoyo

Arón ha acoplado su vida diaria para dedicarse a la crianza de su hija. Trabaja por la noche y por el día se dedica a acompañarla en la escuela. Su motivación: “no quiero que mi hija pase lo mismo que yo”

Coahuila
/ 17 junio 2023
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Fue un Día del Padre que Arón Medina recibió un regalo: el nacimiento de Airam, su tercera hija.

EL 21 de junio de 2015 por la tarde, los festejos tuvieron que esperar para estar en la clínica del IMSS número 1 de Saltillo. La espera no fue larga. Airam nació sana y sin contratiempos.

Arón trabajaba como trailero y este empleo lo llevaba a destinos como Guadalajara, Celaya o la Ciudad de México. Viajes largos de tres o cuatro días. A veces hasta una semana.

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UNA MALA EXPERIENCIA

Un mes después, del nacimiento de Airam, Arón sufrió un asalto y secuestro en la carretera. “Es cuando ya decido estar con ella. Decido dejar la carretera, porque pensé ‘si me voy quién la va a ver. Y yo quiero estar con ella’”, dijo.

Para Arón, de 39 años, esta tarea no es “difícil, difícil, porque yo digo ‘la prioridad es ella y se hace el esfuerzo’”.

LA SEPARACIÓN

Tras el secuestro los cambios no pararon. Cuando Airam apenas pasaba de los 3 años de edad le sobrevino la separación de sus padres.

Tras largas pláticas, de meses, se tomó la decisión que la niña viviera con el padre entre semana. El cambio de vida fue radical.

La baño, la cambio. Que vaya bien limpia y planchada a la escuela. Hago la comida. Y cuando le encargan algo yo busco la manera de hacerlo. Si no sé le hablo a mis hermanas y les pregunto cómo hacerlo”, comenta Arón.

Limpiar la casa, lavar ropa, hacer de comer, llevarla a la escuela y hasta hacer manualidades, son parte de las actividades que Arón tuvo que integrar a su vida diaria.

En la escuela es común que otros padres o maestras le pregunten si trabaja, porque él va a la hora de entrada, al recreo y salida.

Les respondo que sí trabajo, pero me doy mi tiempo, porque primero está mi hija”, dijo Arón Medina.

UNA RED DE APOYO

Y es que Arón ha decidido educar a su hija, ahora de 7 años, pero no lo hace solo. Cuenta con una red de apoyo. Su hermana, su papá y hasta en el trabajo lo han apoyado para facilitarle la crianza y actividades que suelen considerarse solo de mujeres.

También como el apoyo de la madre.

En su empleo acomodaron su horario de trabajo. Para evitar los riesgos que enfrentan muchos traileros, ya no hace viajes largos. Saben que no está disponible hasta que la niña sale de la escuela.

Platica: “Yo les he dicho en el trabajo que yo prefiero atender a mi hija y buscarme otro trabajo. Pero ellos me ayudan. Me han dicho ‘nosotros te vamos a apoyar. Te vamos a acomodar en una ruta para que atiendas a tu hija y no te vamos a mandar fuera a carretera’”.

De la primaría la lleva a casa de su hermana mientras él trabaja. Y luego pasa a recogerla. Si tiene una emergencia, mientras Airam está en la escuela, su abuelito le lleva el lonche.

Mientras platica de su vida diaria, la casa se siente limpia, fresca y tranquila. “Ya me acostumbré a estar con ella”, dice.

Por ahora, Arón no piensa en casarse. No lo evita, pero no es su prioridad.

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“Yo platico con ella y la abrazo. Solos sí es difícil, y le digo que yo nunca la voy a dejar y espero que valore todo lo que hago. No es fácil. Pero yo sé que va bien. Mija no es mala. Es una niña noble y trato de darle buen ejemplo”, dice.

En Coahuila hay un poco más de 150 de padres demandados por no hacerse cargo de sus hijos. Son exhibidos en el padrón de deudores alimenticios.

En el caso de Arón, su motivación para cuidar a la niña es la de muchos padres “no quiero que mi hija pase lo mismo que yo”.

Aunque su papá lo apoya con los cuidados de Airam, cuando él era niño cuanta que pasaba poco tiempo en casa. Trabajaba mucho. Su madre también trabajaba y solían cuidarse entre hermanos.

“Mi mamá trabajaba y ganaba poco. Íbamos a la escuela y sin lonche. Yo por eso con mi hija todos los días le llevo su lonche y que esté calientito. Yo le doy a ella todo lo que no tuve. Porque es muy feo que los niños estén deseando que los papás estén acompañándolos en lo que hacen en la escuela”.

Arón no le da lujos, pero trata que tenga lo básico y más. “No quiero que esté deseosa de nada. No quiero que desee un dulce o un juguete. Los niños no deben de estar solos, ellos dependen de los papás. Yo quiero que ella estudie y tenga una vida buena...Yo sé que le va a ir bien, porque es una niña muy madura para su edad”.

Arón comenta que es un trabajo difícil, pero no dejará de intentarlo cada día. Por eso, en el marco del Día del Padre, forma parte de las historias de papás ejemplo de tiempo completo en Saltillo.

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