8M: La memoria de una protesta en Saltillo que no podrán borrar
El siguiente es ejercicio de memoria sobre una protesta cuyo reclamo puede lavarse. borrarse, cubrirse. Pero, ¿cómo se borra el recuerdo de una mujer asesinada o una desaparecida?
La memoria es nebulosa. Queremos guardar algunos recuerdos y borrar otros.
Este 8 de marzo en Saltillo fuimos más mujeres cuidando de más mujeres. En los casi cinco kilómetros de recorrido histórico nos acompañaron llantos, miradas y gritos de unión. ¿Cómo solemos recordar estas protestas?
So-ro-ri-dad. Eso es lo que se vive dentro de una marcha.
Este ejercicio fotográfico apela más a la memoria que a lo estético. Centra a los mensajes de reclamo como protagonistas. Se van desvanecer las pancartas, las pintas, las consignas. Pero permanecen las exigencias para que se respeten las infancias, que no se critique a quien renuncie a la maternidad, que se detengan los feminicidios. Permanece decir que “NO ES NO” y permanece recordar que hay mujeres que no pueden salir a marchar porque fueron asesinadas.
¿Seguirá siendo el 8M una fecha en el calendario donde al siguiente día todo continúe como si nada? Lo ideal sería no tener un motivo por el cual marchar y exigir justicia.
Quizá la memoria física ayude a que ese mensaje prevalezca. Por eso durante la marcha y después de ella tomamos estas fotografías instantáneas. Fotografías que se pueden tocar. Fotografías que cobran nuevos significados mientras más tiempo una las ve.
Estos 17 instantes no los va a romper el gobierno. No los va a tirar a la basura la policía. Ni van a dejar de existir censurando internet. Porque el reclamo, mientras haya injusticia, también va a ser palpable.
1.- Ser las voces que nunca se callarán: el 8 de marzo reúne al movimiento, pero es solo un vistazo a una lucha que permanece diariamente. ¿Miles? Quienes salimos a marcha somos apenas algunas. También luchan quienes están desde sus trabajos, en sus hogares, desde donde estén.
2.- El andar es tan diverso que se hacen pausas para no dejar a mujeres atrás. En ese momento, la parte final del contingente se apoyaba de una manta para acentuar el alto.
3.- La fuente es el símbolo que más opiniones encontradas genera. Alguien lo sabía. Escaló hacia la parte más alta, agitó el aerosol y comenzaron los gritos a la par de la intervención: fuimos todas. El sonido del agua agitándose, aplausos, aerosol, música de fondo. Todo y nada ocurre al mismo tiempo. Es la historia escribiéndose.
4.- El Cine Olimpia fue uno de los espacios que más consignas concentró, los reclamos fueron por la proyección de pornografía y lo que hay detrás de la misma. Sin clientes no hay trata.
5.- Las mujeres adultas vamos gritando en defensa de nuestra niña interior. También peleamos por las infancias de hoy. Cortemos cualquier posibilidad de que ese ciclo se repita con alguien más.
6.- A esta hora este mensaje ya no existe. Pero al pie de la fuente en la plaza alguien nos recordó que hay alguien en casa que la espera. ¿Cuántas mujeres salieron con la esperanza de volver a su hogar pero están desaparecidas o muertas?
7.- ¿Mensaje a la basura? ¿Hasta cuándo? Los nombres de algunos victimarios fueron marcados en el camino. Con denuncia o no, con sentencia o no, el miedo en las víctimas es latente.
8.- La cifra de mujeres violentadas, asesinadas y víctimas hablan solas. Por unas horas y sobre las paredes quedó uno de los mensajes eje. El contraste es la consigna: me cuidan mis amigas.
9.- La altura de la ventana en Palacio de Gobierno no fue suficiente para impedir que el mensaje quedara sujetado. ¿Cómo llegaron ahí? Cargándose (literal) entre unas y otras. ¿Y la autoridad? Con accesos cerrados.
10.- ¿Y si ya no estoy, cómo se escuchará mi voz? Nadie lo dijo. Lo pensé. No es una pared tampoco un monumento, no importa el tamaño del medio importa el mensaje: Ni una más.
11.- El recuerdo de una exigencia ante una cruel realidad: quererlas vivas. Seguramente la pintura regresará esa pared a la normalidad, ¿cómo se le devuelve la normalidad a una familia sin justicia?
12.- En esa pared quedaron escritos nombres de personas, instituciones, gobernantes. En todo el camino se cuidó que el movimiento no se pintara de tintes partidistas. El reclamo fue en general. Y queremos justicia por igual.
13.- ¿Paso a desnivel o paso catártico? Algo tiene la breve oscuridad de este espacio que une Venustiano Carranza con Allende. Ahí se activaron los gritos en general. Unes entrando y otres saliendo de ese espacio.
14.- Una niña de espaldas en primer plano seguida de puños levantados: señal de silencio. Miles de mujeres protegidas por listones que delimitan hasta dónde los ajenos quedan fuera. Estamos ahí, estamos unides, estamos juntes.
15.- La cámara alcanzó a disparar antes de correr porque venía la policía (por un auto mal estacionado). Al fondo, muy al fondo hay ecos de una explanada abarrotada en forma de pancartas y veladoras.
16.- Mismo espacio, diferentes momentos. La señora caminaba hacia otro lado, a la altura de la puerta se detuvo a observar. Al final, de nuevo la ausencia.
¿Cómo llegaron esas manos ahí? En la marcha se prestan plumones, pinturas, stencils. ¿Cuánta pintura será suficiente para pintar esa pared?, se preguntan algunes. ¿Cuántas marchas para hacer conciencia?, pregunto yo.
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