Chris García, 15 años vistiendo la tradición de los Niños Dios en Saltillo

Chris se ha convertido en un referente en la ciudad al ofrecer ropones, accesorios y reparaciones para las figuras de los Niños Dios, preservando una tradición que une a las familias mexicanas cada temporada navideña

Saltillo
/ 11 enero 2025
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Chris García ha dedicado los últimos 15 años de su vida al oficio de confeccionar y vender ropones tradicionales para las figuras de los Niños Dios de Saltillo, esenciales en los nacimientos que adornan los hogares durante la temporada navideña.

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Esta actividad no solo es un negocio, sino también una forma de preservar y enaltecer una tradición profundamente arraigada en la cultura mexicana.

$!La variedad de colores y estilos de los ropones atrae cada año a nuevos y fieles clientes.

Su pequeño local, ubicado afuera de una tienda de materias primas en el periférico, entre Fundadores y Valdés Sánchez, se ha convertido en un punto de referencia para los saltillenses durante esta época.

Con un espacio limitado, Chris ha aprendido a optimizar cada rincón gracias a la experiencia acumulada en década y media de trabajo.

$!Cada detalle de los ropones refleja la dedicación de Chris por mantener viva la tradición de los nacimientos.

UN RINCONCITO QUE PRESERVA LA TRADICIÓN

Este local es mucho más que un puesto de venta; es un escaparate que refleja la creatividad y el compromiso con una tradición viva.

$!Las reparaciones de figuras de Niños Dios son otro servicio esencial que Chris brinda a la comunidad.

“Yo manejo de todo: desde sabanitas, vestidos tradicionales, vestidos tejidos, hasta ropones de catálogo que son diseñados por mexicanos. Trabajo con cinco diseñadores diferentes. También tengo vestidos de lujo, zapatos, calzones y playeras”, comparte Chris, orgullosa de la variedad y calidad de sus productos.

El negocio, que incluye no solo la venta de ropa para las figuras, sino también servicios de reparación y complementos como cunas, se ha consolidado como una opción integral para quienes buscan mantener esta costumbre religiosa. Según la comerciante, la demanda sigue creciendo año con año, reflejo de la vigencia de esta tradición.

$!El trabajo de Chris no solo es un negocio, sino una forma de transmitir y celebrar la tradición católica.

“Hay desde lo más sencillo hasta lo más lujoso que te puedas imaginar. Los precios van desde 150 hasta 1,500 pesos, y tengo más de 150 modelos en todos los colores”, detalla Chris. Estas cifras no solo hablan de la diversidad de opciones, sino también del esfuerzo por atender las necesidades y gustos de todos los clientes.

El auge de las ventas se concentra en las semanas previas a la festividad de la Candelaria, una fecha clave para la tradición católica que marca el cambio de temporada religiosa. Chris reconoce que aunque el periodo de ventas es corto, la intensidad y la fidelidad de sus clientes hacen que valga la pena.

$!El pequeño local de Chris se llena de color y tradición con más de 150 modelos para Niños Dios.

’HAY DE TODO...’

Mis clientes ya saben que aquí hay de todo. Cada año tratamos de innovar un poco y traer opciones nuevas para que todos puedan continuar con esta tradición tan bonita. Esto, de alguna forma, extiende el espíritu navideño hasta las levantadas”, asegura Chris, enfatizando la importancia de mantener viva esta práctica.

El negocio de Chris no solo es un reflejo de su habilidad emprendedora, sino también de su conexión con las tradiciones locales. Con cada ropón, cada cuna y cada reparación, contribuye a que las familias sigan celebrando una de las costumbres más entrañables de la Navidad mexicana.

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