El primer equipo de beisbol en Saltillo
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Saltillo es una ciudad de beisbol. Hoy es la casa de los Saraperos y en el Parque Madero el playball se grita con entusiasmo, en especial en la séptima entrada cuando, de pie, truena el himno del beisbol.
Aquí el bicampeonato 2009-2010 se festejó con grandeza, con el orgullo que solo provoca el Espíritu Verde. Pero aquí las derrotas también acongojan. Y mucho. Los playoffs se sufren, y si enfrentas a un odiado rival la eliminación duele más, como ocurrió hace unas semanas ante los Acereros de Monclova.
Sí, las emociones del aficionado local dependen de lo que hagan los Saraperos. Pero la realidad es que el Rey de los Deportes y la ciudad tienen una historia que nace antes de 1970, cuando los Saraperos debutaron en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
El primer equipo fue...
Fotografías evidencían que para finales del siglo XIX, el beisbol ya se jugaba de forma organizada en el Colegio de San Juan Nepomuceno, institución que dirigían los jesuitas en Saltillo.
En una foto con fecha de 1898 aparecen jóvenes con indumentaria de beisbol. Sin embargo, los historiadores coinciden en que la práctica de este deporte comenzó en Saltillo en el otoño de 1893, precisamente en el Colegio de San Juan Nepomuceno. Entonces se organizó un torneo a puerta cerrada entre los equipos San Luis Gonzaga, Berman y Kostka.
La fascinación por el guante, la pelota y el montículo aumentó en los años siguientes, provocando que varias escuelas formaran sus propias plantillas.
De los patios a los diamantes
El Ateneo Fuente también se envolvió en la euforia por el nuevo deporte y se convirtió en uno de los equipos más antiguos e importantes. Así lo muestra una fotografía tomada en 1906 a peloteros ateneístas.
Otra de las instituciones que enseñó el beisbol durante aquella época fue la Benemérita Escuela Normal de Coahuila. Por eso, cronistas deportivos locales dicen que la presencia del Rey de los Deportes en Saltillo se debe a las escuelas de mayor tradición.
Quizá por eso del Ateneo Fuente egresó el legendario Ramón Mendoza, el primer saltillense que jugó en la Liga Mexicana de Beisbol. Y tal vez por eso también Guadalupe ‘Lupe’ Chávez, la primera contratación de Saraperos, fue entrenador de los ateneístas. A lo mejor por eso estas leyendas del bate no han sido ni serán olvidadas.
Para 1925 la emoción de los diamantes había invadido a la ciudad. Ese año se formó la primera Liga de Beisbolistas Aficionados Saltillenses, coloquialmente llamada Liga Municipal.
Un dato interesante es que ese mismo año también se fundó la LMB. Fue hasta 45 años después que Saltillo entró a esta competición nacional.
El debut de Saraperos
La primera presentación de Saraperos en la LMB fue ante los Sultanes, en el Estadio Cuauhtémoc en Monterrey. En ese momento inició una rivalidad que ha prevalecido, por la cercanía entre las ciudades, por las disputas en la Zona Norte y por el compromiso ferviente que las aficiones tienen con el juego de pelota.
Era 18 de marzo de 1970 cuando se anunció el histórico orden al bat de los Saraperos:
Lupe Chávez, SS; Alfredo Ramírez, 3B; Daniel Morejón, JD; el cátcher Lucas Bouyet como cuarto bate; Panchón Herrera, 1B; Ramiro Rubio, JI; Domingo Rivera, 2B; Hilario “Jungla” Salinas, JC; y Carmelo Aquino como lanzador. El juego concluyó en la sexta entrada con triunfo para Saraperos 6-3.
Desde entonces, cada año surge una nueva ilusión de ver a Saltillo campeón. Se ha pasado por malas rachas, incluso consideradas maldiciones, como el “ya merito”, también han habido rumores de una posible salida del equipo de la ciudad.
Lo que es indiscutible, es que hace más de 120 años que el beisbol emociona a Saltillo en las escuelas, los parques, los diamantes de tierra y en el mismo Parque Madero.
Hoy el beisbol se disfruta con botana en una mano y cerveza en la otra. La afición exige al pitcher: “pónchalo, pónchalo, pónchalo, pero poooónchalo”. Quizá un poco distinto, pero vivimos la pasión del diamante como hace más de un siglo lo hicieron nuestros antepasados. Y es que hay cosas que van y vienen, pero hay amores que permanecen, como el de Saltillo por el beisbol.
*Con información de Enrique Abasolo, Jaime Mendoza, Saraperos de Saltillo, Archivo Municipal de Saltillo, Archivo Vanguardia.