Fallece don José Alfaro, el icónico 'titiritero' de las calles de Saltillo
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El icónico personaje, querido por la sociedad saltillense, falleció a los 74 años de edad
El día de hoy a alrededor de las 8 de la mañana, don José Alfaro Padilla ícono de Saltillo fue trasladado de urgencia al hospital Muguerza de Saltillo por un dolor en el pecho. Minutos después murió de un infarto.
De acuerdo con Juan González, persona que vivía con don José y quien lo trasladó al hospital, don José llevaba años con problemas cardiacos.
Dos semanas atrás, el médico le recomendó reposo absoluto a Don José, quien no obedeció pues seguía teniendo la misión de ayudar a los niños con su muñeco ventrílocuo “Beto”, quien ahora se ha quedado sin su mejor amigo, de la misma manera que Saltillo se ha quedado sin uno de sus figuras urbanas más importantes.
El día de ayer don José aún acudió a la esquina de Hinojosa y el Bulevar V Carranza en donde ya no se le verá más.
La muerte fue anunciada a través de la página de Facebook “Black Raptors MC Saltillo”.
Acaba de fallecer el señor José Alfaro padilla (el señor del muñeco) de un infarto Dios lo tenga en su santa gloria....
Publicado por Black Raptors MC Saltillo en Martes, 22 de septiembre de 2020
Hombre altruista
José Alfaro Padilla cumplió 74 años de edad el 19 de marzo, y en octubre cumpliría cumple 34 años de ayudar a los pobres y divertir a la gente con su compañero 'Beto'.
“Mi papá era herrero, en ese tiempo había pocos y él tenía mucho trabajo, ganaba muy buen dinero, pero a nosotros nos tenía a medio comer”.
El hombre de ojos azules, cabello completamente blanco por las canas, piel tostada por el Sol y ahora llena de arrugas, estudió solamente hasta tercero de primaria.
Tal vez el “medio comer” en que los tenía su papá a él y sus hermanos, lo obligó a acostumbrarse a comer una, máximo dos veces al día, y a tomar sólo unos tres vasos de agua a la semana. Ahora dice que no le gusta tomar agua, aunque se exponga al Sol unas cinco horas diarias, comenta que prefiere tomarse un refresco.
Lo altruista lo sacó de su madre, a quien siempre le gustó ayudar a la gente, dar a los que lo necesitan, “creo que de ahí viene lo mío, yo lo traigo desde siempre, si no hiciera eso de donar lo que gano a diario, no me sentiría yo”.