Niño huye de casa y convulsiona; es la segunda vez en la semana que lo atienden

Tras ser atendido por el personal de la Cruz Roja y el cuerpo de bomberos, un menor de 11 años quedó bajo el cuidado de la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (Pronnif) luego de ser encontrado desorientado, deambulando sin la compañía de un familiar en la avenida Eulalio Gutiérrez.

Cerca de las 3 de la tarde, se recibió un reporte al número de emergencias 911, informando sobre un menor atropellado en la avenida Eulalio Gutiérrez, antes del bulevar Privanzas. Al lugar acudió personal de bomberos.

El menor, identificado como Víctor Santiago, de aproximadamente 11 años, caminaba solo con una mochila en la espalda, la cual no contenía útiles escolares, sino ropa. Además, presentaba aparentes signos de desnutrición.

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Al llegar al lugar y brindar los primeros auxilios, se solicitó el apoyo de una ambulancia de la Cruz Roja, quienes confirmaron que el niño había sufrido un ataque convulsivo.

Se notificó a las instalaciones de la Pronnif, pero al no llegar, personal del Grupo de Reacción Sureste de la Policía Municipal se hizo cargo del menor, trasladándolo a la Unidad de Integración Familiar, donde sería canalizado a la Pronnif.

Asimismo, se informó que el mismo menor había sido atendido el día miércoles afuera de un centro comercial en la colonia Praderas, y en esa ocasión también fue la autoridad municipal quien se hizo cargo de él.

El menor mencionó ser consumidor habitual de resistol. El miércoles fue entregado a sus padres, quienes lo asistieron, pero la tarde de este jueves volvió a ser visto en la calle y reportado tras convulsionar.

Se sabe que el menor padece de autismo, y su madre también tiene un problema neurológico. Las autoridades buscan canalizarlos a la Pronnif para crear una red de apoyo que les brinde atención.

Al menor se le ofreció un pedazo de pizza y una bebida azucarada, alimentos que consumió con visible desesperación, dando la impresión de que no había comido en un tiempo considerable.

Será la autoridad competente quien determine la situación del menor, así como la de sus padres, para evitar que su integridad física continúe en riesgo.