Normalista hasta la raíz
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La maestra Francisca Valle rememora su época de estudiante en la ahora BENC, lo que ahí aprendimos nos cambió la vida, dice
Desde una ventana en la segunda planta de su vivienda en la colonia República, la maestra Francisca Valle García recuerda como si fuera ayer, el tiempo de estudiante que pasó en la Benemérita Escuela Normal de Coahuila.
Corría el año de 1946 cuando disfrutaba de su estancia en aquel edificio ubicado frente a la Alameda de Zaragoza, ahí donde diariamente, junto a 82 compañeros, se preparaba para después ella preparar con conocimientos a los jóvenes de México.
Durante seis años, la saltillense convivió con estudiantes de diferentes partes del estado, alumnas de clase media y media alta de entre 14, 15 y 16 años que poseían esa alegría, fe y entusiasmo que les proyectaba su institución.
“Dábamos esa impresión en todo lo que hacíamos en todas las actividades, poníamos todo lo que estaba de nuestra parte para salir adelante y desde luego siempre quisimos poner en alto el nombre de la institución”.
Cuenta que todo lo que recibieron de la normal era de admirarse, su plan de estudios, sus maestros, pero también sus hábitos, disciplinas y obligaciones que les enseñaron a hacer su trabajo y personas de bien, siempre dispuestas a ayudar a la sociedad.
DE RAÍZ NORMALISTA
“Creo que todo lo que somos tiene su origen en lo que recibíamos de la Normal, porque en aquella época de 1946 y hasta ahora, han ejercido maestros con mucha tradición cultural, demostrando y transmitiendo su amor por la institución”.
Desde entonces, la maestra Francisca como sus compañeros, ha ejercido el magisterio con mucho amor y cariño, la etapa que vivió en la BENC fue fructífera, pues en sus aulas le inculcaron la sabiduría y conocimientos que posteriormente ella impartió a sus estudiantes.
“La carrera nos ha dado muchas satisfacciones, pero al mismo tiempo hemos llevado una responsabilidad muy grande, con ella vivimos desde que entramos a la Normal, allí nos inspiraron un respeto absoluto a la institución y aprendimos muchos buenos hábitos y disciplinas que nos ayudaron en nuestro trabajo y a salir adelante en la vida”.
NO HAY NADA COMO LA NORMAL
Aunque estudió una maestría en la Ciudad de México, ningún otro plantel ha marcado su vida como lo hizo la Benemérita Escuela Normal de Coahuila, para la maestra de 92 años de edad, esta institución que al día de hoy llega a su 125 aniversario, se ha convertido en un símbolo que respeta y respetará toda su vida.
“He trabajado en varias partes del estado de Coahuila y de México, donde quiera trata uno de llevar la bandera de la institución y ponerla en alto desde luego, somos una generación apegada a la Normal, nos reunimos cada año, quienes vivimos todavía la respetamos por toda la vida y le amamos, seguimos contentos de nuestro origen”.
A quienes estudian ahora en la BENC y reciben la semilla que ella en su tiempo recibió junto a sus compañeros, les invita a conocer el origen de su escuela, su trayectoria, para que aprendan a amarla y respetarla.
“La preparación que ahí se recibe va a hacer de ellos personas útiles y personas que van a sacar adelante a las nuevas generaciones de jóvenes de muchachos.
“Eso es muy importante, que estén convencidos de la misión que tienen y que pongan para ejercerla todo su amor y todo su esfuerzo, porque es una carrera mal pagada, pero que da muchas satisfacciones,” mencionó Francisca Valle García.