Organilleros: un oficio en peligro de extinción en la CDMX que busca expandirse en Saltillo
Galdino Flores decidió iniciar un nuevo oficio como organillero, un oficio que apenas si alcanza los 50 músicos, pero popular en el cine méxicano de los años 50s y hoy se encuentra en peligro de extinción
Hace un mes, Don Galdino Flores recibió un organillo como regalo. Sin embargo, afirma que en la Ciudad de México “la actividad está muy calmada”, por lo que decidió probar suerte en el norte del país, donde cree que la ausencia de competencia podría ser una ventaja.
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El lunes 5 de diciembre llegó a Saltillo. ¿Cuánto tiempo se quedará? Eso, dice, dependerá de la generosidad de los saltillenses.
Fue en el cruce del bulevar Venustiano Carranza con el periférico Luis Echeverría donde Don Galdino instaló su organillo sobre el camellón y comenzó a girar la manivela.
TIENEN UN MES EN SALTILLO
El espectáculo llamó la atención. De cada semáforo, al menos uno de cada cinco conductores extendía la mano para entregar unas monedas, y otros sacaban el celular para capturar el momento en fotos y videos.
Durante media hora, las melodías de “Las Mañanitas”, “Golpe Traidor” y “Amor Eterno” llenaron el ambiente.
“El organillo tiene ocho canciones, pero no me acuerdo de cómo se llaman las otras. Ya están programadas”, explica Don Galdino con pausas, y pide disculpas porque su dominio del español es limitado.
Originario de Oaxaca, lleva apenas un mes en este oficio que aprendió de su hermano, quien fue el primero en migrar a la Ciudad de México para trabajar como organillero.
Según cuenta, el organillo le fue regalado por su hermano. “No sé cuánto cuesta, pero me dijeron que es de Alemania”. Y no está equivocado: los organillos tienen su origen en el siglo XIX, cuando inmigrantes alemanes trajeron este instrumento a México.
La revista AD, especializada en decoración y arquitectura, detalla que el organillo fue popularizado en México por familias alemanas, como los dueños de la casa de instrumentos musicales Wagner y Levien.
Este instrumento es una caja portátil que funciona con una manivela que al girarse acciona un cilindro con 1,200 puntillas, capaz de reproducir hasta ocho melodías. Su exterior suele estar decorado con paisajes pintorescos.
ESPERA RESPUESTA FAVORABLE DE SALTILLENSES
Aunque la Ciudad de México no resultó favorable para Don Galdino, espera que Saltillo le dé mejores oportunidades. “Si aquí no hay respuesta, nos vamos a mover”, comenta.
Vestido con el traje caqui característico de los organilleros, acompañado de zapatos café y un quepis del mismo color, Don Galdino se hace notar junto a dos adolescentes que lo acompañan en esta nueva aventura.
Aunque su vestimenta carece del logotipo de la Unión de Organilleros de la República Mexicana, conserva la esencia de este gremio que data de la época del Porfiriato.
Para los adultos mayores, el sonido del organillo evoca la época de oro de México, mientras que para los jóvenes se convierte en un escenario perfecto para compartir en redes sociales.
Así, Don Galdino Flores y su organillo buscan un espacio en los corazones de los saltillenses, mientras su música melancólica resuena en la ciudad.
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