Perrita rescatada tras brutal maltrato busca un hogar lleno de amor, en Saltillo

El pasado sábado, Italia Michel, una rescatista comprometida con el bienestar animal, recibió un reporte alarmante: una perrita estaba siendo golpeada por sus dueños, un grupo de individuos señalados por el vecindario como conflictivos y consumidores de sustancias. Según testigos, los golpes eran constantes y, a pesar del sufrimiento, la noble perrita seguía fielmente a sus agresores, quienes viven en Saltillo.

Cuando Italia llegó a la escena, se encontró con una imagen desgarradora: Güerita tenía su mandíbula fracturada, varios dientes rotos y su ojo derecho completamente salido debido a un golpe brutal.

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Aunque los dueños alegaron que la perrita había sido atropellada, los veterinarios confirmaron que las lesiones eran resultado de un impacto violento, probablemente un puñetazo o un objeto contundente. Lo más desgarrador es que la perrita había pasado al menos dos días con su ojo fuera, soportando un dolor inimaginable.

Tras recibir atención médica, incluidas cirugías reconstructivas y cuidado para sus heridas, Güerita demostró ser una perrita excepcionalmente noble y amorosa. A pesar de su experiencia, convive perfectamente con niños, otros perros y adultos, mostrando un carácter dulce y confiable.

Sin embargo, encontrarle un hogar permanente ha sido un desafío. Dos posibles adoptantes desistieron en el último momento, bloqueando a los rescatistas y dejando a Güerita nuevamente en la incertidumbre. Italia sigue buscando con urgencia una familia que pueda darle la vida digna y llena de amor que tanto merece.

Este caso también pone en evidencia una problemática más amplia: el abandono y maltrato animal en Coahuila. Según datos del Dr. Luis Alfonso Carrillo González, director de Salud Pública Municipal, alrededor de 250 mil perros viven en situación de abandono en Saltillo, lo que refleja una proporción cercana a un perro por habitante en el estado.

A pesar de campañas de esterilización, los esfuerzos parecen insuficientes para reducir el número de animales en situación de calle, dejando a rescatistas como Italia luchando contra una crisis desbordante con recursos limitados.

Güerita no solo necesita un hogar; su historia exige justicia. Sus agresores siguen teniendo bajo su “cuidado” a otro perro, un pitbull que, según los vecinos, también sufre constantes golpes y maltratos. La falta de acción legal ante casos tan evidentes de crueldad subraya la necesidad de reforzar las leyes de protección animal y su cumplimiento efectivo.

Si estás interesado en brindarle a Güerita un hogar lleno de amor, puedes comunicarte con Italia Michel, quien además está asumiendo los gastos médicos de la perrita. También puedes ayudar compartiendo esta historia para que más personas conozcan la situación y contribuyan a cambiar la vida de animales que, como Güerita, solo saben dar amor incondicional.

Adoptar es un acto de amor. Hagamos de Güerita un símbolo de esperanza y justicia para todos los animales maltratados.