Tras haber sido robado, rehabilitan Templo de San Judas Tadeo en Saltillo

El Templo de San Judas Tadeo, ubicado en el centro de Saltillo, ha sido completamente rehabilitado después del lamentable acto vandálico que sufrió meses atrás, en el que un joven, bajo los efectos de sustancias tóxicas, destruyó imágenes religiosas dentro del recinto.

Entre las piezas más afectadas estaba una imagen monumental de San Judas Tadeo, la cual, debido a su extenso daño, no pudo ser restaurada. Sin embargo, el acto de reparación y el profundo simbolismo de la imagen destronada han fortalecido aún más el sentido de comunidad en torno a este lugar sagrado.

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EL CONTEXTO

Un hombre identificado como Julio Alberto ingresó de manera violenta al templo, destruyendo imágenes de gran valor espiritual. Entre ellas, se encontraba la imagen monumental de San Judas Tadeo, símbolo central de devoción para los fieles.

A pesar de las diversas opciones consideradas para restaurar la imagen, el daño fue tan extenso que resultaba imposible reconstruirla. Finalmente, se decidió pulverizar los restos de la imagen y esparcirlos bajo el piso de la nueva capilla que fue construida, donde también se encuentran los nichos para las cenizas de los difuntos.

Este simbólico gesto de integrar los restos de la imagen en la estructura del templo le dio un significado especial al proceso de restauración, según el padre Roberto Carlos Campos Castañeda.

El templo, ya renovado, ahora cuenta con una capilla dedicada a los difuntos y 239 nichos disponibles, en los que se puede resguardar las cenizas a cambio de un mantenimiento anual de 550 pesos.

El padre Campos compartió que, aunque fue un golpe duro para la comunidad perder la imagen monumental, el regreso de una imagen anterior de San Judas Tadeo ha sido recibido como algo providencial.

Esta figura, que había estado en el templo desde los inicios de la construcción, ha sido acogida con alegría por los fieles, quienes consideran que su regreso es un símbolo de fortaleza y continuidad en la devoción.

Campos también reflexionó sobre el arraigo de la devoción a San Judas Tadeo, afirmando que no se trata de idealizar al santo, sino de reconocerlo como un ejemplo de fe transformadora. Recordó a los fieles que la historia de San Judas Tadeo nos invita a mantener una fe sólida y combatir las falsas interpretaciones de la misma.

Este mensaje resuena profundamente en la parroquia, que sigue siendo un centro de fe y esperanza, donde las personas no solo piden ayuda en tiempos difíciles, sino que también agradecen por los favores recibidos.

NOVENARIO ESPECIAL POR EL 50 ANIVERSARIO

Con el templo ya rehabilitado, saltillenses se prepara para iniciar el novenario en honor a San Judas Tadeo bajo el lema “En comunidad crea fraternidad”. Este año, el novenario adquiere una significancia especial, ya que coincide con el 50 aniversario de los inicios de la construcción del templo.

Las celebraciones comenzarán el 19 de octubre y concluirán el 27 de octubre, culminando con la festividad patronal el 28 de octubre.

El padre Campos enfatizó que el tema del novenario responde a la necesidad de fomentar la fraternidad en una sociedad cada vez más polarizada.

“Estamos viviendo tiempos de mucha división, y una manera de combatir esa polarización es a través de la oración y la fraternidad. La oración nos une a Dios y, por ende, a los demás”, señaló el sacerdote.

Se espera la participación de alrededor de 7 mil 500 personas durante los nueve días del novenario, distribuidas en tres misas diarias y hasta 15 mil en la fiesta patronal. La festividad de San Judas Tadeo es una de las más importantes para la comunidad, y este año promete ser aún más significativa, no solo por la rehabilitación del templo, sino por la profunda reflexión espiritual que este evento ofrece.

El padre Campos destacó la importancia de aprovechar este espacio para formarse espiritualmente y fortalecer la fe, especialmente en el contexto del Gran Jubileo del año 2025, una celebración universal de la Iglesia Católica.

El novenario de este año servirá como preparación para ese gran evento, con un enfoque especial en la oración como camino hacia la unidad y la sanación de relaciones.