A pesar de los pronósticos pesimistas para la migración de mariposas monarca este otoño, las primeras observaciones en la región han comenzado a surgir. Rocío Treviño Ulloa, coordinadora del programa Correo Real en México, confirmó la presencia de las mariposas en Saltillo, especialmente en el cañón de San Lorenzo.
“Ya están viéndose monarcas, principalmente en las perchas a la entrada del cañón, en el predio Rocca cerca de la caseta de entrada”, aseguró.
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UN RESPIRO PARA LA MIGRACIÓN TRAS PRONÓSTICOS DESALENTADORES
El avistamiento en Saltillo contrasta con los reportes previos de científicos y observadores estadounidenses, quienes temían una migración escasa este año. Las condiciones climáticas adversas durante la temporada de reproducción en el Medio Oeste de Estados Unidos—con lluvias prolongadas seguidas de intensas olas de calor y sequía—habían limitado las expectativas para este fenómeno.
Chip Taylor, fundador de Monarch Watch, señaló que la migración previa al Día del Trabajo, que normalmente marca el inicio del viaje hacia México, había sido particularmente débil este año. En Texas, Jenny Singleton, etiquetadora de mariposas, también reportó una “inusual” ausencia de monarcas en sus registros.
Karen Oberhauser, bióloga de la Universidad de Wisconsin, expresó su preocupación por las cifras, subrayando la necesidad de un año positivo para recuperar la población tras la disminución del 59% en 2023. “Esperábamos que este año pudiera compensar, pero no parece que eso haya sucedido”, advirtió.
FACTORES AMBIENTALES Y DESAFÍOS EN LA MIGRACIÓN
El cambio climático ha sido un obstáculo clave para la supervivencia de las monarcas. Wendy Caldwell, directora de Monarch Joint Venture, explicó que las alteraciones en los ciclos climáticos afectan la disponibilidad de néctar y plantas hospedantes esenciales para estas mariposas. “Cuando las condiciones son menos predecibles, las poblaciones tienen más dificultades para reproducirse”, agregó.
La región es un paso crucial en la ruta migratoria hacia los santuarios de hibernación en Michoacán y el Estado de México. El cañón de San Lorenzo, un área de importancia ecológica por su diversidad, ha recibido estas primeras mariposas, lo que sugiere que parte de la población ha logrado superar los obstáculos climáticos del norte.
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Aunque las cifras generales de la migración aún están por confirmarse, este avistamiento en el norte de México representa un momento clave en el monitoreo de la especie. Para Treviño Ulloa y otros conservacionistas, la observación en Saltillo renueva la esperanza de que al menos una fracción de las monarcas logre completar su travesía hacia los santuarios invernales.
La comunidad científica y los observadores seguirán atentos a los próximos días, esperando que más mariposas crucen el territorio mexicano y lleguen a salvo a su destino.
