¿Tienes frío? Y lo que falta... apenas hoy entra el invierno y con él la noche más larga del año
La disminución de las horas de luz solar impacta directamente en nuestro sistema biológico, desencadenando cambios en el metabolismo, las hormonas y el sueño
Un evento marca el inicio de la estación más gélida: el solsticio de invierno. Este 21 de diciembre de 2023, el hemisferio norte experimentará el día más corto del año, dando paso a una noche que se extenderá hasta alcanzar su máxima oscuridad.
Este fenómeno astronómico es muy esperado por los amantes del clima frío. La NASA, como guía en este viaje cósmico, nos revela que durante la noche del solsticio de invierno, el sol se esconde tímidamente a las 18:02 horas, brindándonos apenas unas horas de luz solar desde las 7:04 de la mañana.
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El juego coreografiado de la Tierra alrededor del sol, con su eje inclinado a 23,4 grados, nos regala un día excepcionalmente corto y una noche inigualablemente larga. En este escenario astronómico, el hemisferio norte se sumerge en la penumbra mientras el sol se encuentra en su máxima distancia del ecuador terrestre.
El invierno estará finalizando hasta el 20 de marzo del 2024, con el inicio de la primavera.
El #Invierno 2023-2024 en el Hemisferio Norte, inicia el 21 de diciembre a las 21:27 hora del centro de México (22/03:27 UT).
— Webcams de México (@webcamsdemexico) December 12, 2023
Ese momento, en el que se da el cambio de otoño a invierno, se le conoce como #SolsticioDeInvierno 🌞🌎.
Vía: @spcverpic.twitter.com/d9NHl0xRX9
¿CÓMO NOS AFECTA?
Pero, ¿cómo nos afecta este baile cósmico? El solsticio de invierno no solo marca el inicio de la estación más fría, sino que también imprime su huella en nuestro cuerpo y mente. La disminución de las horas de luz solar impacta directamente en nuestro sistema biológico, desencadenando cambios en el metabolismo, las hormonas y el sueño.
La melatonina, conocida como la “hormona del sueño”, se convierte en la protagonista de esta danza estacional. La reducción de la exposición a la luz solar nos sume en un estado de somnolencia más temprano, llevándonos a abrazar el sueño antes de lo habitual. La producción de serotonina, otro actor crucial en nuestro bienestar, se ve afectada, dando lugar a antojos y a un aumento en la ingesta de alimentos, pues esta sustancia regula la sensación de saciedad.
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Así, mientras el sol se retira, nosotros experimentamos cambios en nuestro ánimo y en nuestra relación con la comida. La luz natural, que ejerce su influencia sobre la producción de serotonina, se convierte en el director de una sinfonía que modula nuestro estado de ánimo y nuestra percepción de saciedad.
El solsticio de invierno no solo nos ofrece un espectáculo celestial, sino que también nos invita a reflexionar, y mientras nos sumergimos en la noche más larga del año, recordemos que cada cambio estacional es un recordatorio del maravilloso y complejo universo que habitamos.