Una melodía que exalta el sentir de ser coahuilense
Suena en las escuelas por la mañana, en los estadios antes del encuentro deportivo, en actos cívicos y en la radio a medianoche. El coro, en voz exaltada de niñas y niños estudiantes, suena y emociona cada lunes: “Es Coahuila una tierra bendita”.
Una melodía que se queda en la cabeza. Una letra que habla de carácter, trabajo y unidad. El Himno Coahuilense cumple 20 años de haber ganado el concurso que lo convertiría en la composición oficial del estado y en parte de la identidad de sus habitantes.
Su creador, el maestro José Luis Ulloa Pedroza, no imaginó el impacto que tendría dos décadas más tarde, aunque desde el principio supo que el eje central o la parte alta, hablando musicalmente, fuera un coro con un mensaje del que sigue convencido.
“Dice que es Coahuila una tierra bendita y para mí ese contenido es muy importante porque, como lo hemos dicho siempre, es responsabilidad de los coahuilenses hacer que Coahuila siga siendo una tierra bendita por medio del trabajo, por medio de los jóvenes en sus escuelas, que sean buenos estudiantes, que seamos buenos trabajadores, buenos ciudadanos.
“Eso va a ser que nuestro estado siga siendo una punta de lanza”, explicó el también catedrático de la Escuela Superior de Música de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), su alma mater donde se especializó en flauta.
EXALTAN VIRTUDES
Los himnos de las entidades federativas resaltan las riquezas geográficas, históricas y culturales del lugar, a diferencia del Himno Nacional Mexicano que tiene un sentido bélico y de defensa ante amenazas extranjeras, pero esto se puede entender por el contexto en el que surgen los himnos para los Estados Nación, en periodos de caídas turbulencia, caída de imperios y pérdida de territorios hace casi 200 años.
“Así como se exaltó el nacionalismo en el siglo 19, ahora se exaltan los valores, la riqueza cultural, la armonía, la vegetación, el trabajo”, explicó Carlos Recio Dávila, profesor investigador de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAdeC.
Antes del Himno Coahuilense, se entonaba el Himno Nacional Mexicano y se fomentaba la identidad patriótica y cívica, pero sin la carga bélica de siglos atrás, que pasó a convertirse en un símbolo de identidad y unidad del país y su gente.
UNA OBRA ESTRUCTURADA
El maestro José Luis Ulloa, quien tenía 32 años cuando su composición ganó el concurso estatal el 11 de septiembre de 2002, explicó que la composición consta de una introducción con dos estrofas que anuncian que el himno va a cantar las grandezas de Coahuila.
Le sigue un coro que es el tema central: “Es Coahuila una tierra bendita / de carácter tenaz y ejemplar / que orgullosos sus hijos proclaman / bello estado, triunfante, inmortal”. Continúan dos estrofas que hablan de la gente, para dar paso al coro y otras dos estrofas que subrayan el compromiso que tienen los coahuilenses para mantener esta tierra bendita y poderla heredar así a generaciones futuras.
El paisaje también se canta: “Al mirar su desierto y sus montañas / escenario del esfuerzo creador”, esos versos proceden de los tantos viajes que por años hizo el maestro José Luis Ulloa en giras con la Banda de Música del Estado, que ha dirigido durante 26 años:
“En las montañas de la Muralla o en las noches cuando regresamos y vemos la luna que sale por esas montañas. Eso fue lo que me motivó a escribir el fragmento”, nos comenta el compositor.