El béisbol, otra vez un deporte de blancos
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De acuerdo al Informe el 62 % de los peloteros era caucásico, el 28 % hispano, el ocho % afroamericano y el uno% asiático.
Miami, EU.- El lunes 15 de abril, como todos los años, los peloteros de las Grandes Ligas de béisbol vestirán el número 42 de Jackie Robinson, el primer jugador negro en un deporte que vuelve a preocuparse por la falta de bateadores y pitchers afroamericanos.
Y es que pocos de esos jugadores que llevarán el lunes el 42 a la espalda serán negros. Según los datos de la MLB (Major League Baseball), apenas el 8,5 de los peloteros que comenzaron la temporada el 1 de abril eran afroamericanos, la mitad de lo que solía ser habitual de mitad de los años '70 a mitad de los '90, cuando comenzó un declive del que se desconocen las causas.
De acuerdo al Informe de Diversidad publicado en noviembre del año pasado y que analizaba el perfil de las plantillas de los equipos, el 62 por ciento de los peloteros era caucásico, el 28 por ciento hispano, el ocho por ciento afroamericano y el uno por ciento asiático.
Las Grandes Ligas, torturadas aún por la mala conciencia de ser un deporte segregado hasta mitad del siglo pasado, creó el miércoles un grupo de trabajo formado por 17 miembros para tratar de reconocer los motivos y aplicar soluciones.
"Queremos saber si no estamos haciendo algo bien, por qué no y qué necesitamos hacer mejor", dijo el comisionado Bid Selig, comisionado de la MLB, al diario "The New York Times" (NYT).
Selig tiene en su despacho de Milwaukee la camiseta 42 de los Brooklyn Rodgers. Ningún jugador de ningún equipo viste ese número en las Grandes Ligas. Todos los hacen el 15 de abril, el día que en 1947 Robinson, superando infinidad de amenazas, debutó en un país en el que los negros tenían que ocupar la parte de atrás de los autobuses y en un deporte, el pasatiempo nacional, con gradas separadas y en el había un universo paralelo con las llamadas Negro Leagues.
En 1945 el presidente Harry Truman proclamaba mayor igualdad racial. En el importante microcosmos del béisbol las palabras las tradujeron en hechos Branch Rickey, manager de los Dodgers, decidido a dar una oportunidad a Robinson, y el comisionado Albert B. Chandler.
"Pensé que no era justo que esos chicos combatieran en Okinawa e Iwo Jima y que cuando regresaran a casa no pudieran jugar", dijo Chandler años después.
Robinson hizo el resto. Triunfó por sus dotes como bateador, pero sobre todo por su capacidad para aguantar insultos, amenazas y desprecios como tener que alojarse en hoteles diferentes a los de sus compañeros. Hoteles para negros.
"Estoy buscando un jugador con suficientes agallas como para no responder (a los insultos)", es la famosa frase que le dijo Rickey a Robinson, que sólo replicó en el campo.
La historia del bateador la refleja la película "42", que se estrena el viernes en Estados Unidos con motivo de la conmemoración de su debut.
Desde aquel 15 de abril de 1947, los negros fueron ocupando poco a poco su puesto en el pasatiempo nacional. El porcentaje más alto de afroamericanos jugando en las Grandes Ligas se alcanzó en 1986 con un 16 por ciento, según un estudio de la Society of American Baseball Research citado por "NYT".
En comparación con el baloncesto y el fútbol americano, el béisbol sigue siendo el deporte más blanco de los Estados Unidos.
Y eso que la MLB se esfuerza con programas de desarrollo en las ciudades del interior del país y con academias para jóvenes.
Pero son las universidades, que ofrecen menores becas que para otros deportes, los que ponen una barrera económica a los jóvenes de las clases más desfavorecidas, donde el porcentaje de población negra sigue siendo mayoritario.
"Creo que nuestra historia es brillante a este respecto. Uno piensa en finales de los años '40, en los '50 y se pregunta: '¿Por qué no continuó?' '¿Qué podríamos hacer para darle continuidad?'", lanzó al aire Selig, decidido a que el béisbol no sea de nuevo un deporte de blancos.
Por Daniel García Marco/DPA-Reportajes