Conor McGregor pierde apelación en caso de agresión sexual en Irlanda: deberá pagar más de 1.5 millones de euros

Conor McGregor, excampeón de artes marciales mixtas, recibió un nuevo revés legal tras perder este jueves la apelación en un caso civil que lo declaró responsable de agredir sexualmente a una mujer en un hotel de Dublín en 2018.

La sentencia original, emitida en noviembre por el Tribunal Superior de Dublín, obliga al peleador a pagar casi 250,000 euros a Nikita Hand, quien lo denunció por agresión sexual, además de 1.3 millones de euros por gastos legales. Hand, de 35 años, había llevado el caso a la vía civil después de que la fiscalía irlandesa decidiera no proceder penalmente, argumentando falta de pruebas y baja probabilidad de condena.

Durante el proceso, Hand aseguró que fue agredida en un ático de hotel por McGregor, mientras que la defensa del peleador insistió en que la relación fue consensuada. La apelación fue presentada luego del veredicto inicial, pero en una audiencia reciente, el abogado del irlandés retiró sorpresivamente la solicitud para introducir nuevas pruebas.

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Este jueves, el tribunal de apelaciones en Dublín rechazó la apelación en su totalidad. Tres jueces ratificaron el fallo previo y no consideraron válidas las objeciones de la defensa. Hand acudió personalmente a la audiencia, mientras que McGregor no se presentó.

La identidad de la víctima fue revelada debido a que ella decidió presentarse públicamente, algo poco habitual en estos casos.

McGregor, de 37 años, fue durante años una de las figuras más reconocidas de la UFC, aunque sus apariciones en la jaula han disminuido, mientras aumentan sus polémicas fuera del deporte. Ha sido criticado por sus declaraciones políticas y por considerar participar en la vida pública de Irlanda.

Además del caso en Irlanda, McGregor también enfrenta una demanda civil en Florida, donde una mujer lo acusa de agresión sexual en un baño del Kaseya Center durante un juego de las Finales de la NBA en 2023.

Este nuevo fallo en su contra mantiene la atención sobre el peleador, cuyas actividades recientes han estado marcadas por procesos legales más que por logros deportivos.