El as bajo la manga de los Eagles son sus aficionados
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La irreverencia y el mal comportamiento de la mayoría de hinchas verdes en varios de los partidos de los Eagles han dejado claro su papel como jugador número 12 de la cancha.
La intimidante hinchada de los Philadelphia Eagles podría jugar mañana un papel fundamental en el Super Bowl que enfrentará por segunda vez en la historia al equipo de Pensilvania contra los New England Patriots.
Pueden ser tal vez los fans más odiados de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL). La irreverencia y el mal comportamiento de la mayoría de hinchas verdes en varios de los partidos de los Eagles han dejado claro su papel como jugador número 12 de la cancha.
El incidente más reciente se presentó hace dos semanas en el último encuentro de play-offs que los Eagles disputaron en casa frente a los Minneapolis Vikings, dueños del estadio U.S. Bank que servirá de sede de la final número 52.
Videos compartidos en redes sociales dejaron ver cómo decenas de seguidores del equipo púrpura y dorado fueron abucheados y hasta agredidos con latas llenas de cerveza en la entrada al Lincoln Finantial Field de "Philly", como es conocida la norteña ciudad.
Otra antesala de lo que podrá ser la final se evidenció a principios de esta semana cuando miles de seguidores de los Eagles gritaron al unísono "Fuck (jódete) Tom Brady (quarterback estrella de los Patriots)" en un evento de lucha libre celebrado el Philadelphia.
Aunque los números favorecen al equipo asentado en Boston, defensores del título y ganadores de cinco títulos, todos en el siglo XXI, el domingo será sin duda el día de los Eagles, un equipo que llegó a la final sin ser favorito y espera conseguir su primera corona.
"Queremos ganar para ellos (nuestros fans)", dijo enérgicamente el dueño de los Eagles, Jeffrey Lurie, quien los calificó de "socios apasionados". El entrenador del equipo, Doug Pederson, coincidió con Lurie y fue más allá al afirmar que el apoyo de la hinchada fue "crucial para llegar a la final”.
Miles de fans de los Eagles han llegado ya a la helada Minneapolis haciendo que la demanda de boletos para asistir a la final eleve en un 60 los precios. Las entradas están costando en promedio 3,500 dólares.
Quienes viajaron en avión de Philadelphia a Minneapolis en las últimas horas pagaron billetes aéreos de hasta 1,500 dólares, mientras que los que los hicieron en tren cancelaron entre 200 y 500 dólares por silla.
Las máscaras de perros, popularizadas por Lane Johnson y Chris Long en la victoria frente a los Vikings, ya se han agotado en dos ocasiones. El distribuidor de las cabezas de látex en China, Casie-Lee Miller, dijo a la Revista "Sports Illustrated" que pasaron de vender 10 en a un día a facturar más de 300.
En las redes sociales ya es tendencia la etiqueta #FlyEaglesFly y se espera que el día del partido se emitan más de dos millones de tuits relacionados con el juego.