Humillación que no se puede dejar pasar en América
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Ver que Mauro Lainez va a entrar de cambio para tratar de revivir en una eliminatoria en la que te han humillado, es el más fiel ejemplo de lo podrido que está el proyecto de un equipo como el América, al que este tipo de jugadores ni siquiera deberían pertenecer. El América que fue paseado ayer en Pachuca, fue una calca del América de Santiago Solari, quien se fue del equipo tras fracasos como el de anoche (también lo eliminó Pachuca y lo humilló Pumas en una Liguilla), lo que dio paso a la llegada de Fernando Ortiz, con quien se disfrazó la mala planeación que ha hecho esta directiva, a la que hoy de nueva cuenta tiene que ponerse en la mira.
Y lo peor es que este papelón que han hecho de nueva cuenta, lo hicieron con el propietario del club, Emilio Azcárraga Jean, en el estadio Hidalgo. Estando ahí, ojalá se haya dado cuenta que si mantienes las cosas como están hasta ahora, este equipo no avanzará, y seguirá haciendo ridículo tras ridículo. Lo cual es imperdonable para una institución como el América, que no puede conformarse con cerrar en semifinales un torneo que parecía destinado al fracaso. Más allá de la recuperación en la tabla, no salir campeón, ni siquiera llegar a la final, siempre será un fracaso.
Sin contundencia, sin un diseño apropiado de un plantel que ayer no ofrecía soluciones, lo cual es imperdonable, porque de no ser por Guillermo Ochoa, les hubieran clavado otros tres goles. Realmente, lo de ayer en Pachuca no es posible ni admisible para esta institución; por eso es que se necesita una renovación de pies a cabeza, en todo el organigrama del club, no sólo dentro de la cancha. Hoy, esta institución necesita urgentemente que haya cambios estructurales, que se cimbren los cimientos y que caiga quien tenga que caer, para que el América se pueda levantar de las miserias en las que lo tienen.
El América y el americanismo no merecen esto, no merecen que los engañen con una racha de partidos sin perder, cuando su realidad es que no tiene los argumentos necesarios para realmente pelear por el título, lo cual siempre será una obligación en este club. Quedó claro anoche, al ser goleado y humillado por el equipo que finalizó en la primera posición de la tabla.
Ni Henry Martín, ni Lainez, ni Salvador Reyes, son futbolistas para estar en una institución como la americanista.
Fernando Ortiz, por más racha que haya tenido y haya levantado la “ilusión” en el americanismo, todavía no es entrenador para este equipo. Quizá en un futuro, si mantiene una evolución pueda regresar, pero hoy por hoy esta institución necesita más, porque la han vuelto a humillar, han vuelto a hacer el ridículo, y eso es imperdonable para un conjunto cuyo único objetivo es ser campeón.