Nadie como él en Coahuila: Sensei Carlos Segovia Lizcano, el único judoca del estado con el séptimo dan

Una de las leyendas vivientes de la capital coahuilense en el mundo del Judo, alcanzó el más alto grado que existe actualmente en la entidad

Deportes
/ 20 septiembre 2023
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El judo en Saltillo se ha convertido en un deporte lleno de historia que, desde las décadas de los 70’s y 80’s comenzó a tomar fuerza en el estado de Coahuila, especialmente en la capital, y uno de sus grandes exponentes es el sensei Carlos Segovia Lizcano, que recientemente fue reconocido por la Federación Mexicana de Judo (FMJ) con un certificado que acredita su séptimo Dan, que es al mismo tiempo el grado más alto que se ha entregado en la entidad, por lo que es el único que tiene este nivel y que al día de hoy continúa impartiendo clases y compartiendo todos sus conocimientos con los niños, jóvenes y adultos amantes del Judo.

Desde el Dojo Santiago del sensei David Santiago, se realizó una ceremonia frente a más judocas saltillenses, allegados y familiares de los alumnos, con el único objetivo de reconocer la trayectoria y las importantes aportaciones de Segovia Lizcano al judo saltillense.

$!Hace tres semanas la Federación Mexicana de Judo le entregó un certificado oficial que avala su séptimo dan.

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Oficialmente, fue hace tres semanas cuando en una clínica de Judo en la Ciudad de México se realizó la certificación después de años de espera en los que habían estado bloqueados pero que, afortunadamente, gracias al apoyo de la FMJ se normalizó el trámite que permitió la entrega.

Más que un logro personal, este reconocimiento timbrado por la FMJ -que cuenta con toda la validez necesaria para su acreditación- significa una meta alcanzada para el resto de la comunidad judoca.

En palabras de David Santiago, un gran amigo y compañero de Carlos “no cualquiera tiene esto”, razón por la que cree de suma importancia darle el foco que necesita y requiere ahora que se puede hacer con Segovia Lizcano como una leyenda viviente:

“Las personas que alcanzan este grado son muy contadas, el homenaje que podamos hacer tenemos que hacerlo en vida y eso me da mucha satisfacción, ya que el profe Segovia fue la primera persona que yo conocí de judo cuando recién me vine a trabajar aquí, lo busqué por todos lados (...) hasta que di”, reconoció David, quien es originario de la Ciudad de México pero que desde 1980 arribó a la ciudad como judoca profesional.

$!Carlos Segovia y David Santiago se conocieron en la llegada de Santiago a Saltillo en 1980.

Por su parte, maestro Segovia, cuenta con una basta trayectoria de casi 60 años adoptando este deporte que, más que eso, es “un estilo de vida”.

Cabe mencionar que, para alcanzar las cintas negras y balnco con rojo, se toma alrededor de una década, por lo que este logro no es una situación que se diera de la noche a la mañana. Para el “profe” Carlos, alcanzar el octavo Dan (que, de igual manera, en México muy pocas personas lo tienen) requeriría diez años más.

UNA CARRERA INMENSA Y LLENA DE ÉXITO

La pasión y el amor por el deporte que ha acompañado a Carlos Segovia durante toda una vida, comenzó en el Club del Norte en Monterrey, Nuevo León, sin embargo, por cuestiones personales y azares del destino, Segovia cambió su residencia a Saltillo en 1969, año desde el que se ha mantenido aquí. En aquel momento ingresó a la Unión Mexicana de Judocas y Karatecas de Saltillo para continuar con lo que había empezado en el estado vecino.

$!Actualmente, los dos maestros imparten clases en el Dojo Santiago de la capital de Coahuila.

Un lustro más tarde, desde la necesidad de poder competir dentro de la Asociación Mexicana -debido a que la unión no estaba afiliada- fundó a la asociación de Judo del estado de Coahuila, coronándose como el primer presidente.

Fue ahí donde el director técnico de cintas negras, Sergio Urtuzuastegui aplicó un examen de cintas café a cinco miembros de la unión para que, después, el profesor Longoria y sensei Yamagushi los preparara para su examen de Sho Dan.

Durante su larga carrera, el profesor fue entrenador en el Instituto Tecnológico de Saltillo, puesto que ocupó durante cuarenta años hasta su jubilación.

Además, entre sus labores en el judo, se consagró como árbitro B en el año 1978.

Segovia Lizcano destaca a Arturo Longoria como el responsable de iniciarlo en el deporte; así como importantes figuras que lo forjaron a lo que es hoy en día y a quienes agradece cada una de sus aportaciones: Renne Pommerel, Sergio Urtuzuastegui, Paul Murayama, José Ciokor, Jack Oliver, Bob Salai, Han Hoo San, Ronaldo Veitia, Epigmenio Exiga.

$!Uno de los valores que más rescatan los maestros del Judo, es la unión y la fraternidad que hay entre la comunidad judoca.

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Asimismo, recordó a los judocas con los que compartió tatamis, como Gerardo Padilla, Hugo Vilches, Federico Viscarra, Carlos Espinoza, Hilario Ávila y Travis Stevens, entre otros.

Acompañó a la Selección Nacional de Judo en los campamentos de preparación de 1981-82 para la Olimpiada de 1984 en Los Ángeles con el Comité Olímpico de Estados Unidos.

Actualmente continúa enseñando a las futuras generaciones en el Dojo Santiago y asegura que buscará seguir creciendo en la disciplina hasta que su vida se lo permita. Sin duda, una leyenda coahuilense digna de admiración y respeto.

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